La voz que asustó a Romel era nada más y nada menos que de Mariela que por obvias razones seguía en el local. Romel estaba sin habla con su padre agarrado de su hombro, pero se dio vuelta muy despacio para encontrarse con la señorita
-Te he hecho una pregunta, Romel....¡Responde!- tenía el semblante muy molesto
-Yo....no es lo que piensa- intentó justificarse
-Como que no es lo que pienso si claramente has traído a este hombre para robar- esa situación se estaba encontrando por mal camino
-¿Que? Claro que no lo traje para robar- a pesar que tenía miedo, debía defenderse de acusaciones sin sentido
-Por supuesto que lo has traído para que robe algo de aquí. Como es posible que después de todo lo que te ha dado mi tío vienes y le robas aprovechando su ausencia- se había cruzado de brazos frente a los dos que estaban en el marco de la puerta a punto de salir-Eso que dice no es nada comparado con la realidad. No es lo que piensa, puedo explicarme- estaba intentado lo posible para que no pasara algo peor
-Yo no puedo escucharte si es más claro que el agua
-¡Ya me harté, vámonos de aquí ahora!- exigió Walter
-Sí, huyan cómo los cobardes que son, pero pagarás cuando la policía llegue a tu casa y los arreste- les dijo Mariela
-Espere por favor, déjeme explicar y entenderá la situacion
-No tienes que explicarle nada a esa presumida, Romel- el hombre que por primera vez estaba sobrio, seguía arruinando las cosas -¡Vámonos!
-¿Que estas esperando Romel? Vete, ya no trabajas para esta Funeraria- el rostro de Romel se transformó en sorpresa, no había tenido oportunidad de explicarse y ahora hasta había perdido el único trabajo por el cual se sustentaban
-No, por favor no me corra. Le prometo que me entenderá cuando le explique las razones, por favor- se había acercado a Mariela luego de haber dejado a Walter apoyado en el marco de la salida -Por favor- seguía suplicando
-No sé, Romel. Me has fallado y no sólo a mí, sino que también a mi tío. Que vergüenza y yo que te creía buen niño
-Le pido que me deje aclarar las cosas...-
-Ya basta- lo interrumpió -no te voy a creer, pero te dejaré el trabajo si me lo pides....-estaba frente a Romel pensando con el dedo atrapado en sus labios -de rodillas...Suplícame
Romel estaba perplejo frente a tan vil ser. Como era posible que le pidiera tal humillación y todo por algo pequeño. Pero no, él no podía hacer eso por más que necesitará el trabajo. Recordó las últimas palabras que le había dado su madre y por tal razón no iba a ser pisoteado por nadie
-No, claro que no lo haré- reveló un decidido Romel
-¡Entonces largate de aquí!- exclamó muy molesta
Romel tomó camino hacia Walter, lo sujetó del brazo y ambos salieron del local dejando a una persona hirviendo en cólera
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Ya en casa, Romel recuesta a su padre en el viejo sillón de la sala y se dirige a la cocina. Ya es demasiado tarde y por suerte no se encontraron a ningún maliante en el camino
Saca de la alacena algunas provisiones que había comprado el domingo para la semana en la que no tuvieran comida. Prepara algo sencillo y ligero ya que tanto él como Walter están y cansados y lo único que quieren es dormir
Luego de haber cenado, Romel deja a Walter en el cuarto acostado en la cama y se dirige descansar un poco en su propia cama
Se sienta en el borde de la cama a quitarse los zapatos y seguidamente su ropa, lo guarda todo y luego de haberse puesto ropa cómoda, se acuesta para poder dormir
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Romel
RandomRomel es un chico de 15 años de edad que se gana la vida ayudando en la única funeraria de su pueblo, siendo sobrino del dueño pero tratado como otro empleado La vida no lo ha tratado bien empezando con dejarlo huérfano de parte de su madre, quien...