3 mese después....
Ese era el tiempo en que Romel había pasado una vida tranquila y sin ningún problema. Su padre lo ayudaba con los gastos, ya no tomaba, no lo golpeaba, no lo insultaba. Total ahora era una persona diferente a la que había sido desde la muerte de Marta
Jaime como siempre, había sido un buen amigo que lo apoyaba y trataba de la mejor manera, a veces hasta parecía que era algo más que amistad lo que le ofrecía el menor. Pero eso no importaba ya que siempre estaba primero la amistad
Durante ese tiempo se había vuelto a encontrar a Mario pero esta vez ya no tenía temor. Desde que se habían arreglado las cosas, Mario no molestaba a Romel ni a ninguna otra persona del pueblo. El chico mayor trabajaba en la Fune y se sentía a gusto junto a Jaime. Había aprendido tanto del pequeño
Con Mariela se había topado un par de veces en el mercado, pero ella hacia como sino lo había visto y lo ignoraba. A Romel eso no le molestaba, total, ella no le caía bien. Y a pesar que fueran primos lejanos, ella quizás nunca lo sabría
La señora Carmen había empezado a estar enferma, parecía que pronto moriría, pero la señora era fuerte y daba lucha contra cualquier enfermedad por mínima que fuera
De Fidel no volvió a saber nada y tampoco le importaba
Y ahí estaba Romel preparándose para otro día de labor. Él seguía trabajando para el señor ganadero
-Ya me voy papá, ¿me llevas?- Romel llevaba su morral colgado al hombro mientras se limpia con una servilleta quitando los restos de su desayuno
-Claro hijo, sólo me pongo el sombrero- Walter se levantó de la silla para acercarse al perchero y encaminarse a la puerta
Ambos se subieron a la bicicleta y emprendieron el pequeño viaje hasta la casa grande. Romel aún seguía viendo el paisaje, le gustaba bastante. A veces hasta parecía que tocaba las nubes con sus dedos elevados al cielo
Unos cuantos minutos después y ya llegaban a la entrada del trabajo de Romel
-Bien, nos vemos más tarde- se despidió el chico dándole un abrazo a Walter
-Esta bien, cuidate- el señor volvió a pedalear alejándose de Romel y dirigiendose al pueblo
Romel caminó hasta que estuvo en la baranda donde debía sentarse a cuidar el ganado. Para él eso era lo más fácil del mundo. Donde debía estar cierto tiempo observando que las vacas no se salgan o no se peleen. Eso último casi nunca pasaba. Ademas debía darles su agua con sal
Luego de prepararla se las dio a las vacas para que se le bebieran y se volvió a sentar en la baranda. Para su suerte había un gran árbol que lo cubría del fuerte sol. Luego de unas horas se le acercó la señora Esperanza
-¿Romel?- lo llamó. Él chico estaba recostado al árbol mientras dormía -¡Romel!- lo llamó más fuerte haciendo que se despertara
-Si, si.....no estaba dormido- trato de justificar Romel haciendo reír a la señora
-Olvida eso y vete para la casa que el patrón quiere hablar contigo- Romel se quedó en silencio, pensó que podría ser por algo malo. Sin decir nada se bajó de la baranda y dejando su morral ahí en el suelo, siguió a la señora hasta la casa grande
Cuando llegaron, la señora le dijo a Romel que pasara al despacho del señor, que él ahí lo estaba esperando
-Adelante- escuchó Romel desde dentro luego de haber tocado la puerta
-Si señor, ¿me necesitaba?- Romel se adentró y el señor le pidió que se sentara en una de las dos sillas que tenía al frente del escritorio
-Si, Romel.....pero no te preocupes que no es nada grave- el señor había notado el nerviosismo del chico
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Romel
SonstigesRomel es un chico de 15 años de edad que se gana la vida ayudando en la única funeraria de su pueblo, siendo sobrino del dueño pero tratado como otro empleado La vida no lo ha tratado bien empezando con dejarlo huérfano de parte de su madre, quien...