Están charlando animadamente sentados en una de las salas comunes del hotel. Iria mira a sus amigas y no puede evitar las comparaciones con ella, Emma y Ainhoa son tan guapas… El largo y fugaz pelo de su amiga Emma es precioso, brilla ondulado con mucha fuerza, conoce a pocas chicas pelirrojas naturales y Emma es una de ellas y desde luego le queda genial. Contrastarían preciosos unos ojos azules, pero aun así es tan guapa que sus ojos verdes quedan preciosos. Y por no hablar de su cuerpo, no es delgada pero está perfecta, tiene unas curvas muy bien hechas y pronunciadas, normal que todos se fijen en ella.
Por otro lado Ainhoa derrocha tanta alegría con su bonita sonrisa… su pelo liso y negro ahora un poco más largo es precioso, sus ojos de color ámbar, dulces y brillantes encandilan a más de uno. No es muy alta pero su cuerpo está bien dividido. Es decir, normal que se fijen en ella.
Sin embargo ella… ¿Quién se fijaría en ella? Cierto, sus ojos verdes son muy bonitos, ¿y qué más? Nada más. El color de su pelo, rubio, es bonito también, pero no lo tiene bien peinado como cualquiera de sus amigas. Cae simple hasta los hombros y para su gusto no la hace más guapa. Ha adelgazado mucho, cierto también, pero le siguen sobrando kilos, aunque ya no tiene nada que ver con la Iria de hace unos años. Aún así... ojalá alguien algún día la considere preciosa. Ojalá él.
-Hey chicos, ¿alguien sabe por qué no bajó Iago?-Pregunta Aless.
-Ni idea.-Contesta Ainhoa.
-Yo lo vi en el comedor, pero creo que después subió a su habitación-Añade Marc.- Por cierto, mucho tardan Noe y Aarón.
-Él se encontraba mal, lo vi muy acalorado.-Señala Emma.
Sentado en un cómodo sillón piensa en su novia. ¿Dónde estará? Ya pasó media hora o más desde que se fue con Aarón y no le ha mandado ni un mensaje ni nada. Quizás le esté dando demasiada importancia, ha pasado poco tiempo.
Por otro lado, Noe le dijo a Iria que si él quería luego darían una vuelta a solas. ¿Y si le pregunta? ¿Y si le pregunta si ya siente algo por él? No, sería demasiado comprometido que preguntara él, Noe le diría cualquier cosa para contentarlo, puede que le mintiera y le dijera que le ama sin ser realmente lo que siente. Ella no le quiere hacer daño y eso lo sabe de sobra. Ojalá Ainhoa lo descubra... aunque no sabe si quiere saber la verdad. Juntos están bien, pero igual el único feliz es él y no desea que eso sea así, ama a esa chica y quiere su completa felicidad.
-¿En qué piensas Aless?-Le pregunta Marc.
-Nada, tío.
-En Noe, ¿verdad?-Dice el chico sonriendo.
-Sí, me preocupa no saber dónde está.
-Ya vendrá, tranquilo.
-Sí, ya vendrá.-Marc es un gran chico, no recuerda haberse enfadado con él nunca. Pero últimamente ha estado más alejado de él, espera poder recuperar su amistad con él como hace un par de meses atrás.
Mientras, en esa misma ciudad...
-¿Sabes dónde estamos?-La chica mira a su alrededor intentando recordar si pasaron por ahí antes pero no lo recuerda.
Llevan un rato dando vueltas, se metieron por una calle que les llevó a otra más grande y han ido enrevesando el camino hasta no saber donde se encuentran. Ninguno de los dos tiene idea de cómo volver. La chica se ha quedado sin batería, Aarón ha dejado el móvil en su habitación y ahora están perdidos en las calles de Roma.
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Lo imposible es nuestro
Teen Fiction-Te quiero.-Susurró en su oído creyendo que dormía, haciéndole un efecto tan deseado por su ser como sólo él podría causar con esas dos palabras. Todo lo que les rodea se basa en discusiones, inseguridades, en el miedo a no encajar en la sociedad y...