~Capitulo 16~

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Con el agua empantanada hasta los talones, continuaba casi desesperadamente una chica de cabello castaño y corto, que estaba completamente segada por la neblina espesa que se formaba en todo el bosque, mientras no dejaba de llover.

-¡SMILE!-Gritó con la voz ronca a la niebla. Y poco tardó en escucharse rápidas pisadas que fueron directo a ella. El gran perro llego con las orejas bajas y el pelo empapado-. ¿Nada?

El perro bajó la mirada dando un pequeño chillido, hasta a él le era complicado olfatear entre tanta niebla y lluvia. Suspiró con la mirada oscurecida tomando al perro de la correa que llevaba en el cuello.

-continuemos-dijo en voz baja y a duras penas reanudó la marcha con la frente en alto

Pero pasaron menos de cuatro pasos cuando Ángela dejó de sentir bajo sus pies, y se fue de bruces al suelo arrastrando al perro con ella, sacándole un chillido. Ambos se quejaron mientras bajaban por una colina y se lastimaban por terribles raíces.

Se detuvieron poco después y la chica quejó de dolor con la ropa llena de barro, luego miró al perro que se reincorporaba y chillaba un poco.

-¿Te has hecho daño?-el perro se sacudió y miró sonriendo a Ángela moviendo la cola, estaba bien.

-¿Ángela?-la voz gruesa de Sonic exe se escuchó, y poco después se vió entre la niebla

-¿Sonic? ¿Donde estamos?

-la mansión de Zalgo-ahora era la voz de Tails doll ahora-. ¡Hey! ¡Traes a Smile! ¡Fabuloso!

-¿Por? No hemos hayado nada juntos-dijo poniéndose de pie y mirándolos

-no es por eso, solo que ambos encontranos una pista-dijo Sonic sonriendole

-entre unos arbustos vimos ésto-dijo enseñándole el trozo de tela blanca-. Ha de ser de Jeff, ¡Smile puede olerlo y buscar un rastro!

-¡Perfecto!-dijo la chica con esperanzas renovadas y le quitó el trozo de tela a tails-. ¡Vamos Smile! Olfatea y busca

El perro rápidamente obedeció comenzando a olfatear la tela a fondo. "Sangre vieja de una mujer, tela, poliéster, sudor, polvo, barro, piel, Jeff, ¡Jeff!, ¡JEFF! ¡AMO!"
El perro ladró y corrió hacia el bosque olfateando ese olor sobre todos los demás, estaba ahora completamente centrado en el olor marcado en su nariz.
Los tres persiguieron al perro que iba como una bala entre todo arbusto que se le cruzaba por el frente, y sin importar la niebla que estaba rodeandole a él esquivaba cada obstáculo con anterioridad y seguía su carrera.

-¡Va muy rápido! ¡Lo tiene! ¡Sabe dónde está!-dijo Ángela con las esperanzas por los cielos y sus ojos brillando como estrellas

-¡Eso es seguro!-dijo Sonic. Tails iba pegado a la cabeza de éste firmemente

La carrera se prolongó por varios minutos, en los que aunque los perseguidores perdían el aliento, su determinación no disminuía y continuaban corriendo directamente tras la borrosa cola del perro entre la niebla.
El perro aulló casi agonizantemente y dió un largo salto sobre algo y aterrizando al otro lado de eso, ahí parecía que la niebla no era tan espesa, y pudieron ver casi con toda la claridad.

Bajo un enorme tronco, se veía una figura tumbada en el suelo inmóvil, pero que su caja torácica se movía levemente hacia arriba y abajo.
El perro tocó esa figura con lo hocico, y con una mano le tocó al perro sonriente débilmente.

-¿Smiley?...

El perro movió la cola como un torbellino y comenzó a ladrar para que se acercaran los demás. Y así lo hicieron sin mediar segundo.

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