~Capitulo 17~

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La lluvia finalmente cesaba, fue una noche helada pues nunca paró de llover hasta bien entrada la madrugada. El sol comenzaba nuevamente a calentar el helado paisaje boscoso, y llenando de esa comodidad típica la enorme mansión.
Un chico se revolcaba en su cama buscando las ganas de levantarse que se encontraban pérdidas y en una batalla con su pereza mañanera, pero entre su pereza, estaba muy feliz, había tenido un sueño agradable, un dulce recuerdo que simplemente le hacía sonreír...

"Toby estaba sentado en el marco de una ventana de un segundo piso, su ropa estaba manchada de sangre, aunque no le importaba para nada.
Entró a la pequeña habitación abriendo la puerta despacito una niña, aproximadamente tenía unos 13 años que habia cumplido hace un par de meses. Su cabello rojizo largo casi brillaba con la luz de la luna, y sonreía ampliamente cargando en sus pequeñas manos unos cuantos implementos.
Fue hasta el chico en su ventana cerrando la puerta tras ella, y le extendió las cosas en sus manos, era un trapo naranja y un vaso metálico con limonada dentro.

-espero te guste Toby, mi mamita hizo la limonada-su sonrisa estaba pegada a su carita

-gracias amiguita-dijo sonriéndole. No llevaba sus googles ni su bozal, los había guardado en su chaqueta

Recibió ambas cosas, y comenzó a limpiarse la sangre con el trapo a la vez que bebía de la limonada.

-hmm, está muy rica, justo para alguien sediento como yo

-jiji, sabía que te iba a gustar, la guardé justo para tí y la dejé en la nevera bastante tiempo-dijo la niña sentándose también al borde de la ventana cuidadosamente

-en verdad gracias, no es necesario que me trates como si fuera alguien importante-dijo Toby sentándose más cerca de ella

-pero lo eres, ¡Solo el que seas mi amigo ya es especial!-

-oww, que dulce-le agarró una mejilla y ambos rieron un poco

Ambos miraron la noche en silencio un momento, y Toby al volver a verla vio algo distinto. Estaba dejando de sonreír, y su mirada se apagaba.
Se preocupó, y rodeó con una mano los hombros de su amiga que volvió a verlo.

-¿Todo está bien _____?-preguntó con una suave sonrisa

-pues...-la niña suspiró-. Hoy mi amigo, el que le gustan los Creepypasta, se mudó al otro lado del pueblo ... Estoy muy triste Toby-admitió apartando la mirada

Toby volteó un poco la cabeza hacia un lado, y suavizó su mirada, las mudanzas de los amigos son cosas difíciles de digerir.

-tranquila _____, de seguro el vendrá a visitarte prontito

-pero... Él me dijo que se iría también a un internado...-sus ojitos se llenaron de lágrimas

-oww, no te pongas así turrón de dulce-dijo cariñosamente, pero estaba nervioso, no sabía que hacer viendo a una niña llorar

Antes Sally se había sentido mal y lloraba, pero Slender siempre la calmaba cargándola en sus tentáculos y jugando con ella. Pero Toby no tenía tentáculos.
Así que solo supo darle un suave abrazo que ella correspondió.

-mira amiguita, talvez no lo veas en algún tiempo, ¡Pero de seguro se verán dentro de unos años!

-¿Se-seguro?-cruzaron miradas y Toby sonrió más

-por supuesto, confía en mí-realmente no estaba seguro... Pero no quería verla llorar

La pelirroja dió una risilla suave abrazándole más fuerte.

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