Tomó el pañuelo desechable que Banba le ofrecía para limpiar la sangre de sus manos. Les habían llamado para asesinar a un traficante y todos sus subordinados, Saruwatari también había participado en aquel trabajo, pues tenía una orden por parte un cliente diferente.
Era un traficante de humanos. Secuestraba a chicas de entre 12 a 19 años a quienes atraía por páginas de chat para que escaparan de casa, luego las vendía a cualquier enfermo dispuesto a pagar una cantidad absurda por ellas.
Los clientes eran padres de dos niñas que habían sido halladas muertas, una con marcas de tortura y descuartizada tirada en la basura de un callejón y la otra estrangulada, ambas violadas.
- Ese era el último - informó Saruwatari entrando a la misma habitación que la pareja.
- Necesito un baño - suspiro Lin cansado.
- Deberíamos pasar a comprar algo para cenar en el camino - bostezo Banba guardando la katana en la saya.
- No sé como puedes pensar en comer en este lugar - suspiro Lin caminando hacía su novio.
- ¿Tu no tienes hambre? - esta vez fue la pregunta de Saruwatari.
- ¡Por supuesto que no!
A pesar de estar acostumbrado al olor de la sangre pensar en comer en un lugar donde habían más de 10 cadaveres a su alrededor aun era asqueroso. El trio de asesinos estaba a punto de salir, habían completado el trabajo sin problemas y solo quedaba salir del edificio para regresar a sus respectivos apartamentos.
- ¿Escucharon eso? - los detuvo Lin mirando a su alrededor.
- ¿Qué cosa? - fue Banba quien pregunto esta vez prestando atención.
- No escucho na...
Saruwatari se detuvo en medio de la frase cuando escucho el ruido al que se referian los otros dos sicarios. Provenia de una habitación de la que antes no habían prestado mucha atención pues estaba oculta. Tal vez si no hubiera sido por el ruido no se habrían dado cuenta de esta misma.
- ¿Una habitación secreta? - murmurro Banba.
- Silencio - susurro Lin abriendo lentamente la puerta de la habitación secreta.
Fuera quien fuera quien estuviera ahí dentro tendrían que asesinarlo. Entraron sigilosamente para no alertar a quien fuera que se encontraba dentro, había una cortina en medio del camino, fue Saruwatari quien la apartó mientras los otros dos se preparaban para lo que fuera... pero no esperaban eso.
Delante de sus ojos se presentaba una escena mucho más desagradable que lo que ellos habían dejado afuera. Una mujer joven, mejor dicho una niña de menos de 15 años, se encontraba muerta sobre una mesa con las piernas abiertas, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su boca semiabierta, pero eso no era lo peor.
La sangre que salia de entre sus piernas seguía goteando y ahí se encontraba también el origen del ruido. Lin fue el primero que se adelanto, había arrancado la cortina que dividía la habitación y con esa había envuelto al bebé quien en ese momento había dejado de llorar después que con su cuchillo había cortado el cordon umbilical.
- Es un bebé - dijo sorprendido Saruwatari, Lin le miro con ojos que decian "no me digas... pensé que era un bate de beísbol"
- Esto es un problema - susurro Banba - parece que su mamá murio durante el parto mientras estabamos ocupados en nuestro trabajo... pobrecita...
- No podemos dejarlo aquí - hablo ahora Lin - al menos no podemos dejarlo vivo...
Los tres se miraron entre si ¿Podían matar a un bebé que ni siquiera tenia nada que ver con todo ese asunto? ¿Qué mientras ellos estaban asesinando a los secuestradores de su madre a penas estaba naciendo? La respuesta en el rostro de los tres fue la misma, no podían hacerlo.
- ¿Qué hacemos? - pregunto ahora Lin aun con el bebé en brazos.
- ¿Por qué no lo cuidan ustedes? - hablo ahora Saruwatari sorprendiendo a la pareja - digo... ustedes están casados ¿verdad?
- Recuerdas que aunque llevo vestido no soy mujer ¿cierto? - pregunto Lin.
- No estamos casados, esta prohibido en Japón.
- Pero son pareja.
- ¡Pero somos hombres! - exclamo ahora Lin aun con el bebé en brazos.
- ¡Pero te quiere! - Saruwatari ya estaba casándose de eso - ¡Incluso lograste que el mocoso se callara solo cargandolo!
- ¡No la llames mocoso a ella, idiota!
- Hay un problema más importante que todo esto - interrumpió Banba la discusión - no sabemos quien es la madre del pequeño, puede que sea mejor entregarlo a su familia o esto podría salir mal.
Banba tenía razón. Seguramente la chica había estado embarazada desde antes de ser secuestrada, ese pequeño podría tener un padre en algún lugar que estaba preocupado por encontrarlos. Lin miro al bebé que se había quedado dormido... Sonrió.
Continuará...
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Rutina (HTR)
FanfictionEl día al día es especial mientras permanezcamos juntos, ese era el pensamiento de Banba cada que vez que despertaba y veía a Lin durmiendo a su lado. Zenji Banba x Lin Xianming Anime: Hakata Tonkotsu Ramens