Rutina (HTR)

Primeras palabras

Las primeras palabras de Qiaomei fueron una sorpresa para ambos, habían llegado en un momento raro.

Era una tarde tranquila, Banba estaba hablando con un cliente, una mujer que quería saber si su esposo le era infiel. Lin estaba en la computadora tecleando algunas cosas, ayudando a Banba con unos documentos que necesitaba esa tarde, no era raro que lo ayudará como su "secretaria" después de todo. Qiaomei a su lado jugando en su coral con su conejito.

- Que linda - dijo la cliente en cierto momento, no había notado que Banba había ido a buscar algo y los había dejado a solas - ¿Es su hija?

- Si - respondió con una sonrisa - gracias.

- ¿Cuantos meses tiene?

- Pronto cumplirá un año - respondió.

- Es muy linda - volvió a decir la mujer - Tiene sus ojos...

- Gracias...

Cuando alguien decía que Mei se parecía a uno de ellos se sentían felices. A pesar que la pequeña era adoptada tenia ciertos rasgos de sus padres adoptivos: los ojos grises de Lin y el cabello castaño de Banba, no sabían nada de sus padres biológicos, pero no les importaba.

- ¿Y su padre? - la mujer se había puesto de rodillas para ver a Qiaomei, Lin había dejado de trabajar en ese momento.

Había acordado con Banba que para Mei le enseñaron que Banba era "Padre" (u "Otto-chan") y Lin "papá", había dejado en claro que no quería que su hija lo llamará "mamá" porque seria extraño. Incluso le había gritado a Banba las veces en las que incitaba a Mei a llamarlo "mama".

- Debería de regresar en unos momentos de buscar lo que sea que haya ido a buscar - la mujer le vio sorprendida.

- Oh... Es la esposa de Banba-san - reconoció la mujer, Lin solo sonrío, odiaba que la gente se metiera en sus vidas, la mujer no necesitaba saber que no estaban casados y que él era hombre - Ya veo... Felicidades...

- Gracias.

- Bueno, Izumi-san - llamo Banba regresando - Oh... Veo que ya conoció a mi pequeña.

- Si, es una niña muy linda, felicidades.

- Gracias - Banba se acercó al escritorio donde estaba Lin - regresando a lo del trabajo encontré...

- Mama...

El balbuceo hizo que los tres se quedaran callados, fue Lin el primero que reaccionó, se giró a ver a Mei que estaba parada cerca de la orilla del coral estirando los brazos para que Lin la cargara. Pero eso no era lo sorprendete, volvió a repetir el mismo sonido.

- mama...

- E-esas son...

- ¡Sus primeras palabras! - exclamó Lin alzando a la pequeña y abrazándola para darle múltiples besos en todo el rostro - Si, Mei, mama también te quiere...

- Lin-chan... ¿Te das cuenta que acabas de llamarte "mama" a tí mismo?

- Pues claro - afirmó aún con la bebé de brazos - Porque yo soy...

Y fue en ese momento en el qué Lin se dio cuenta de sus palabras, sonrojado hasta las orejas oculto su rostro con su flequillo... Pero la emoción de la pequeña diciendo sus primeras palabras no desaparecian, tal vez no era tan malo ser llamado "mama", al menos por un tiempo...

Continuará...