Casados por conveniencia | Jimin y tú

"No nos conocemos"

Capítulo 17: "No nos conocemos"

«¿Qué flor debería llevar para disculparme?», pensaba observando las distintas flores.

—¿Qué tipo de flores busca, señorita? —Preguntó la señora.

—Pues una para pedir perdón.

—Ahh, para su esposo —dijo el cual me provocó un poker face.

—Las girasoles representan amistad, las rosas de color rosa es para un cambio y buenas intenciones, las margaritas lealtad, amor y fidelidad. Por último, los lirios sentimientos hacia él.

—Ajá.

—¿Qué flores le gusta su esposo?

—De hecho, odia las flores —reí nerviosa.

—Ah —rio también nerviosa.

—Me llevaré las rosas de color rosa, va más de acuerdo a la situación.

—De acuerdo —dijo sacando unas bellas rosas. Tomó unas cuántas y me las dio.

«Espero que no recuerdes que odias las flores, bastardo», pensé.

Entré a la empresa observando que me miraban las flores, pensarán que hay un pretendiente mío.

Busqué a Jimin hasta encontrarlo como siempre revisando la mercadería.

—Toma —dije dándolas. Las miró un poco raro, como si fuera de negarla, sin embargo las aceptó.

—¿Por qué?

—Las rosas representan el cambio y mis buenas intenciones. Quiero pedirte perdón por tratarte mal, nunca pensé que estarías pasando por algo muy difícil —dije arrepentida—. Lo siento —me disculpe sincera.

—No te preocupes, no es tu culpa.

—Anio, lo es. Pensé en mí, y no comprendí que estabas mal, de verdad espero que me perdones.

Ladeo una minuciosa sonrisa.

—Disculpas aceptadas, srta Park.

«Me cago en todo».

—Por cierto, cómo aceptaste mis disculpas ha... —el teléfono me interrumpió, era un mensaje de YongHwa pidiendo que fuera a la oficina.

—Vaya. Se ve que es importante.

«Cierto, a él no le he contado el chisme», pensé.

—Sí, trabaja duró —dije con una sonrisa.

—Srta Park —llamó—. Desearía que nadie más supiera sobre lo que ya sabe, por favor.

«¿Y el secretario?».

—Ok, lo prometo.

Llegué a la oficina, el secretario me comentó un par de cosas del trabajo. Me sabía mal no contarle el gran secreto, pero también era normal que no quiera contarlo. Si se enterarán, sería un problema.

Mi duda es ¿Cómo hizo con mi padre? Él se hubiera dado cuenta si no seguiría siendo el mismo bastardo de siempre.

Dudas que quedarán en dudas.

Al terminar mi trabajo y quedar en el descanso, compró un café.

Se la regalé a Jimin.

—¿Gracias? —Contestó confuso. Tomó un sorbo y escupió a un lado.

—¿Qué?

—Esta horrible este café, es amargó.

—Pe-pero tú lo tomas amargó.

—Srta Park, no se burle de mí. Yo lo tomo con azúcar como la gente.

Suspiró pesado, dándole de mi café.

—Tomé usted. Tomaré el café como sea —dijo tomando algo que no le gustaba.

«Muero», pensé ladeando una sonrisa.

—¿Recuerdas algo más? —Pregunte curiosa.

Negó.

«Es mi oportunidad de remediar mi error del pasado», pensé.

—Por cierto, dado que soy la única y te conozco de mucho tiempo. Seré tu amiga. —Sonreí.

—¡¿Qué?!

—No es tan malo, te guiare en la vida.

—No, no, no, eso esta mal. Tú no puedes hacerme esto —Contestó notándose molesto.

—¿Por qué no?

Se quedó callado por unos segundos.

—Porque no la conozco.

—Por eso, me conocerás. Hagamos de cuenta que solo somos compañeros de trabajo, nunca nos conocimos, ok?

—¿Qué? ¡No!

—Ay yaaa Park Ji Min —dije emberrinchada.

Tomó de su café fulminándome con la mirada.

—Me da igual —comenté.

—No.

—Sí.

—No.

Suspiré, tomando enojada mi café.

«Ya me emperre», pensé.

—Lo harás conmigo, Jimin —hablé informal. Abrió los ojos como plato, pero lo interrumpo antes que diga una palabra—. Ya te dije, nos olvidaremos de nuestros intereses, bueno, tú ya lo has olvidado... jeje —ladeé una sonrisa de niña.

No decía nada. Cruzó sus brazos y me miró furioso.

—Bueno... —en un silencio incómodo—. Me iré, adiós —agregué tímida.

«Esta vez no la cagues ____. No puedes dejar que él se acuerde de tus errores, es tu oportunidad de hacer un nuevo Park Ji Min», pensé segura.

Y así fue en la salida, verlo y hacer que me chocó con él como en los dramas.

—Tenga cuidado, señorita Park —comentó.

—Oh, sabes mi nombre. Supongo que debes ser nuevo, ¿no? —Dije haciéndome la tonta. Sonreí y continué—, mi nombre es Park ___, soy la ceo, ¿y usted?

—¿Ah? —Expresó con cara de 'qué se ha fumado esta'.

Vi la placa de identificación.

—Park Ji Min, me gusta el nombre. Espero que nos llevemos bien, empleado. —Sonreí yéndome, pude escuchar el "no soy empleado".

Era un nuevo comienzo.

[***]