Casados por conveniencia | Jimin y tú

"Una bonita mentira"

Capítulo 21: "Una bonita mentira".

—¿Cómo pronto?

—No puedo decirte nada, ____. —Se marchó.

—¡Appa! ¡Appa! —Lo llamaba. Suspiró pesado

«Siempre es lo mismo», pensé.

Pasaron los días y llegó aquél que me tocaba ir a Canadá.

—¿En qué tanto piensas? —Preguntó el secretario YongHwa.

—Appa dijo que me divorciaría pronto de mi esposo.

—¿Enserio? ¿Y no estás feliz? —Note su emoción.

Suspiró.

—¿Tú crees que debo de creer en las palabras de un viejo que me obligó a que siguiera atada a Park Ji Min? —Mencioné seria.

Su emoción se fue como el viento.

—Tienes razón, pero si te los dijo es por algo.

—Lo es, pero de él no puedo creer. Las promesas las rompe como si nada valieran.

—¿Y tú? ¿No lo haces?

—Anin, porque si lo haría, ¿entonces cómo podré confiar en esa persona?

—El viaje es largo. ¿Quiere contarlo algo?

—Kure. ¿En que nos quedamos?

Sonrió como niño chiquito.

—En qué prometiste algo que no sabías.

«Ya veo en donde».

—Lo próximo es triste, viene la parte difícil y el conflicto por la que empezó todo —miré apenada.

—¿La razón por la que Jimin te odia?

—Algo así, por alguien diría.

—Oh, ¿en serio?

Asentí.

—Habían pasado los días, cada vez hablábamos más, jugábamos, nos unimos mucho. La gente sacaba rumores de que éramos parejas. Y sabes... lo quise, quise por un momento que fuera así, porque todo el cariño, y la protección que me daba hizo que mi corazón sintiera algo por él —confesé continuando—. Jimin no lo sabía, siempre oculte mis sentimientos hacía el popular, no quería verme como otra chica que caía en sus pies, y de cierta manera comprendí porque todas lo seguían.

—Fue un secreto, ¿no?

—Ye. Un secreto que lo tuve guardado y que un día me arme el valor de confesarlo.

Flashback.

Me preparó con mi mejor outfit e ilusionada fui a reunirme con Jimin. En mis manos traía una paleta de corazón hecho de chocolate. Él ama el chocolate, así que era otra forma de conquistarlo.

Caminó con una gran sonrisa hacía el lugar donde me vería con Jimin, sin embargo me percató de otra persona.

Una mujer que abrazaba afectuosa a Jimin. Observé bien su rostro y caí en cuenta de quién se trataba.

Solté la paleta de mis manos del shock, rompiéndose en pedazos.

—Este era el gran secreto —murmuré. La mujer no era alguien cualquiera, sino la esposa de un productor muy famoso.

Jimin estaba saliendo con alguien que era casada.

Ellos se agarraron de la mano y me vieron, me doy vuelta tratando que no viera mi desilusión caerse.