Mi Maravilloso Imposible -Editando

Capítulo 25 "Juntos" (parte 1)

***a la mañana siguiente***

*POV Ailen*

Cuando desperté y tomé conciencia de mi misma, me dí cuenta de que no era un sueño sino una realidad, despertar en los brazos de Sebastian fue algo que al principio jamás creí que pasaría, el verlo dormir con tanta paz, con tranquilidad y con una grande sonrisa dibujada en su rostro me hizo sentir tan feliz.

-Ailen: Quiero sorprenderte pero no quiero despertarte -dije en voz baja al acariciar su cabello-

Intenté zafarme de su agarre varias ocasiones, el sólo hacía pequeños gestos los cuales ocasionaban una pequeña risa interna, el último intento que hice me logre zafar de su agarre pero Sebastian despertó.

-Sebastian: Buenos días -dijo entre bostezos y tallando sus ojos-

-Ailen: Buenos días -le contesté mientras cambiaba mi ropa- ¿cómo te sientes?

-Sebastian: Afortunado -dio una media vuelta en la cama para tomarme de la cintura- muy afortunado

-Ailen: Seb -me sonrojé- los dos somos afortunados -voltee a verlo- quería preparar el almuerzo para ti y tu mamá pero despertaste -acariciaba su rostro-

-Sebastian: Entonces preparamos el almuerzo los dos -besó mi mano y comenzó a vestirse-

No pude contenerme y de reojo veía a Sebastian vistiendose, cuando estaba a punto de percatarse voltee hacia el frente y sonreí estúpidamente.

-Ailen: Ya estoy lista -me levanté de la cama dándole aún la espalda-

-Sebastian: Te ví viéndome -mis ojos se abrieron como platos- pero tranquila, ni pasa nada -besó mi mejilla y salió de la habitación- ¿vienes o no? -preguntó bajando las escaleras-

Con una sonrisa le seguí hasta la cocina, en la cual, pasamos un buen rato preparando el almuerzo. Hicimos el menor ruido posible ya que no queríamos despertar a su mamá, pero entre risas, juegos y bromas en la cocina su mamá despertó.

-Georgeta: Buenos días mis niños -dijo entrando a la cocina- vaya me han tomado por sorpresa -entre risas enseñamos el almuerzo-

-Sebastian: Buenos días mamá -besó su frente- ¿qué te servimos?

Su madre sonriendo le dijo lo que quería para almorzar, Sebastian la llevó a sentarse al comedor para después regresar y ayudarme llevando los recipientes en los cuales se encontraba el almuerzo.

-Ailen: Me siento apenada por despertar a tu mamá -dije seria-

-Sebastian: Ella está bien, no te preocupes -besó delicadamente mis labios- vamos a almorzar

El convivir con su madre me sirvió en varios aspectos personales, él realmente la adora y ella a él, su forma de convivencia me hizo recordar a mis padres y el hacerlo me formó un nudo en la garganta.

-Ailen: Con su permiso -levanté mi plato, lo lave y salí al jardín trasero-

A los pocos minutos apareció Sebastian y en cuanto lo escuché limpié mis lágrimas para que no notara que estaba llorando.

-Sebastian: ¿Todo bien mi niña? -me abrazó por la espalda-

-Ailen: Si, lo estoy y lo está -contesté seria-

-Sebastian; ¿Por qué no volteas a verme y me dices lo que pasó? -apoyó su barbilla en mi hombro-

-Ailen: El verte a ti y a tu mamá conviviendo así me recordó a mis padres -voltee a verlo- los extraño, sé que hace tiempo los ví pero son mis padres y los extraño -él sólo me miraba atentamente- regresa con tu mamá yo estoy bien, no la dejes sola en la mesa -sonreí de lado-