*POV Sebastian*
Muchas veces el orgullo te hace perder oportunidades, te va quitando puntos como si estuvieses en una especie de competencia, no hablé con Ailen en lo que resto de ese día. Sólo la escuché llegar y juro que quise salir múltiples ocasiones a recibirla antes de que se encerrara en su habitación, pero el orgullo, el orgullo te detiene tanto y ese es uno de mis más grandes defectos.
Siento que pasé la noche tal y como ella la pasó, sin dormir, sé que no durmió lo suficiente porque me levanté a altas horas de la madrugada, me paseaba por el pasillo de un lado a otro y mis oídos percibieron sollozos y quejidos de su habitación, quise entrar pero la cerró con seguro. No me quedó mas remedio a esperar que amaneciera y que saliera de su habitación.
...
El chillido de la puerta de su habitación hizo que me despertara de inmediato, tan rápido como reaccioné salí de la mía en busca de ella, volteé a todos lados y la ví bajando con lentitud las escaleras.
-Hola -dije con una media sonrisa al ponerme a lado de ella-.
-Hola -dijo seria-.
Su vista estaba clavada en el piso, es como si no tuviera el más mínimo interés en dirigirme la palabra. -¿Cómo estas? -pregunté al estar en el último escalón-.
-Bien.
Seguía sin mirarme como antes lo hacía, caminó a la cocina en busca de algo para desayunar. -¿Quieres que te prepare algo? -negó con la cabeza- ¿estas segura? -asintió con la cabeza- puedo hacerte tu comida favorita.
-No Sebastian, gracias -contestó un poco disgustada-.
-¿Qué es lo que te pasa? -pregunté al sentarme frente a ella-.
-Nada -contestó mientras jugaba con la cuchara- ¿qué te hace pensarlo?
-Desde que bajaste no me diriges la mirada, me contestas muy cortante -soltó una risa sarcástica- ¿Es por lo de ayer?
-¿En serio te atreves a preguntar eso? -asenti- si, es por lo de ayer también.
-¿También?
-¡Ya deja de cuestionarme tanto! -exclamó al ponerse de pie- ¿qué estoy en una entrevista? -me dio la espalda al llevarse una mano al rostro-.
-Sólo quiero saber lo que te pasa Ailen ¿no puedo preocuparme por ti? -asintió- ¿qué tienes? -me acerqué lentamente a ella-.
-Nada Sebastian -contestó en un suspiro al limpiarse las primeras lágrimas-.
-Amor... -quise abrazarla pero se hizo a un lado-.
-Sebastian por favor -seguía limpiando sus lágrimas- por favor no hagas esto, no ahora.
-¿Hacer qué? -comenzó a llorar-.
Llorar, lo peor que le puede pasar a un hombre es ver a su pareja llorar, los hombres somos sensibles, los hombres también lloramos pero, en lo personal, lo que más odio en el mundo es ver llorar a las mujeres que son importantes en mi vida. Me partió el corazón ver a Ailen llorar, que lo único que hice fue acercarme a ella, rozar con la punta de mis dedos su hombro y ella volteó a abrazarme, hundiendo su rostro en mi pecho, llorando como nunca antes lo había hecho. -¿Quieres hablar de esto?
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Mi Maravilloso Imposible -Editando
Fanfic¿Cómo sería tu vida si encontraras a tu amor platónico y él se enamorara de ti? Si luchas por tus sueños y haces todo lo que esta en tus manos por conseguirlos, créeme, el resultado es el mejor del mundo, no te rindas, no los dejes ir, pelea por ell...