¿Cómo sería tu vida si encontraras a tu amor platónico y él se enamorara de ti? Si luchas por tus sueños y haces todo lo que esta en tus manos por conseguirlos, créeme, el resultado es el mejor del mundo, no te rindas, no los dejes ir, pelea por ell...
Esas dos palabras hicieron que me diera cuenta de mucho, me abrieron los ojos de una manera increíble. Lo sabía todo y aún así se quedó conmigo, aún así sigue siendo el mismo de siempre, ¿Qué explicación le das a algo así?. -pensé-
-Ailen: ¿Lo sabes? -asintió cabizbajo- ¡Ahora me siento mucho peor! -levanté un poco la voz al decirlo en un quebranto-
-Sebastian: No tienes porque sentirte así -levantó su mirada y la junto con la mía-
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No, no sabía qué decir o que no decir al ver sus ojos, esos ojos que me arrancaban suspiros día y noche al solo imaginarlos. Esos ojos azules que estaban perdiendo poco a poco el brillo que había en ellos al verme.
-Ailen: Lo siento-dije en un quejido- eres el mejor hombre que jamás he conocido, no puedo entender cómo es que sigues conmigo. -limpiaba las lágrimas que corrían por sus mejillas- ¡He sido tan estúpida! -me alejé un poco de él- no estaba pensando con claridad, me dejé llevar por el momento, te odié Sebastian, te odié porque en serio creí que me habías engañado y como venganza -un nudo en la garganta me impidió seguir hablando-
-Sebastian: Te entiendo -se acercaba lentamente a mi- en mi pasado yo -suspiró- cometí el mismo error, me arrepentí tanto y terminé perdiendo a alguien que tanto quise.
-Ailen: ¿Fue Margarita,cierto? -asintió-
-Sebastian: Ella me perdonó pero después de mucho tiempo, quedamos bien, terminamos bien. No quise volver, no quise hacerlo porque me sentía mal -bajó la mirada- me sentía el hombre más tonto del mundo. Dejé que mi vida continuara, no pensaba encontrar a alguien nuevamente y terminar perdidamente enamorado-me tomó de las manos- no pensé encontrarte a ti -acercó mis manos a sus labios- estoy tan enamorado de ti Ailen.
El rose de sus manos con las mías me provocó una ligera descarga, la cual escapó por la punta de mis dedos del pie. Este hombre, este hombre que ha estado para mi desde mucho tiempo atrás, este hombre que ha hecho todo lo posible por verme bien, verme feliz, este hombre que no me ha dejado caer nunca, este hombre al que quiero tanto.
-Ailen: Yo también Sebastian -volteé a verlo- yo también estoy tan enamorada de ti.
-Sebastian: No quiero que te vayas, no quiero que te alejes de mi nunca -acarició suavemente mi mejilla- olvida todo, por favor hazlo y empecemos de cero, empecemos de nuevo.
-Ailen: Perdóname -lo abracé- perdóname Sebastian -comencé a llorar de nuevo- no me siento bien, no me siento igual después de todo.
-Sebastian: Mirame -negaba con la cabeza- por favor Ailen, mirame -con su dedo índice me tomó del mentón y levantó mi mirada- te perdono, no quiero que nada cambie, no quiero que te alejes, que se alejen -puso su mano derecha sobre mi vientre- no importa, nada importa.
