Sigo aquí

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12.- Viñeta romántica

"Sigo aquí"

Ji Yong abrió los ojos exaltado, completamente abrumado con los vestigios del sueño que acababa de arrancarle de su calma a mitad de la noche. Tardó tormentosos minutos en darse cuenta de que aún yacía en su amplia y cómoda cama, en la oscuridad de su habitación.

Se inclinó con precisión, hasta encender la lámpara de lectura, aliviándole al instante. Las horribles imágenes aún llegaban como lluvia torrencial, dejándole el mismo sentimiento angustioso.

Había sido tan real, horrible y desolador.

El joven suspiró cansado, mientras la brillante luz de su móvil anunciaba las 3:17 am; Demasiado tarde para llamar, demasiado temprano para salir. Finalmente se recostó de nuevo, asegurándose bajo las suaves cobijas, mostrando el adorable gesto de molestia en sus labios, que su novio tanto decía amar.

"Todo está bien, fue sólo un sueño, no hay nada que temer" Se dijo a sí mismo, pero negándose a apagar la lámpara, contradiciendo cualquier discurso dado anteriormente.

Maldijo por lo bajo al culpable –según él- de sus terribles sueños nocturnos. Y era que, desde la gran discusión unos días atrás con su novio, Seung Hyun, su mente se encargaba de jugar con él, provocándole insomnio y cuando conseguía dormir sólo era para sufrir horribles pesadillas, cada una más horrible, más real.

Al despertar de cada una, siempre era asaltado por ese sentimiento desesperado de llamarle y decirle que tenía razón, que estaba siendo demasiado infantil y poco racional sólo porque estaba asustado, que realmente el compromiso le aterroriza y el comenzar a vivir juntos era un paso gigante. Tenía miedo y lo necesitaba.

Pero, momentos después, al darse cuenta de que aquellos terribles escenarios en los que era testigo de la muerte de Seung Hyun no eran más que sueños, su orgullo volvía a liderar.

—Que se joda. —Murmuró, intentando mantenerse calientito bajo las mantas, sintiéndose poco capaz de conciliar el sueño de nuevo.

Habían pasado cuatro días desde que Seung Hyun le había propuesto vivir juntos, cuatro días desde que salió de aquel restaurante sin decir palabra alguna, cuatro días sin responder llamadas ni mensajes. Si lo pensaba bien, Seung Hyun era quien debía estarse volviendo loco, no él, pero Kwon Ji Yong era un melodramático por naturaleza, y por eso estaba ahí, a mitad de la noche maldiciendo a su novio.

Si lo pensaba bien, era obvio que Seung Hyun le propondría dar el siguiente paso. Seung era una persona amable y paciente, le había esperado cuatro años de larga relación, y había dado pequeños indicios de su propuesta, cómo sutiles comentarios sobre dejar ropa en el apartamento del otro para "ser más prácticos".

Seung Hyun era un tonto también, se suponía que le conocía mejor que nadie, ¿Cómo esperaba que dijera que sí a su propuesta? Él, siendo tan renuente a formalizar cualquier cosa.

"Sólo cambiaremos de casa, Ji Yong, ni siquiera te estoy pidiendo que te mudes tú. Viviremos donde sea que quieras"

Sus palabras habían sido tan desesperadas, una tras otra, ante su silencio asfixiante.

Por supuesto que amaba a Seung Hyun, y desde luego que, si tenía que envejecer al lado de alguien, él sería el único en la lista. Pero era diferente darlo por sentado a hacer algo al respecto.

Nunca había sido bueno con las relaciones formales, la vida simplemente era más sencilla cuando podía ir besando lindos chicos por la vida, sin tener que asegurarse de saber su número telefónico o siquiera saber sus nombres.

Pero el amor te toma por sorpresa cuando menos te lo esperas. Y su amor por Seung le había golpeado en el rostro fuerte y sin reparos, pero sólo aceptó haber caído cuando, después de una buena noche, no le molestó que le tomara entre sus brazos en un cálido abrazo y que, al despertar, aún se mantuviera a su lado.

"¿Sigues aquí?" Había murmurado alarmado, al notar a Seung Hyun despertar, cayendo en la realidad del aspecto horrible que debía tener.

Se sintió tan avergonzado, deseando desaparecer bajo las sábanas, pero Seung sólo sonrió, aún con el gesto adormecido marcado en su rostro.

"Sigo aquí"

Después de esa primera noche, siguieron muchas otras, en las que no debía haber un buen sexo de por medio, simple y cálida compañía bastaba.

Si lo pensaba bien, habían estado viviendo juntos desde hace mucho tiempo, durmiendo en la casa del otro cada vez que se podía, dejando varias cambias de ropa y cepillo de dientes, incluso estaba seguro de que su apartamento había cambiado de estilo cuando Seung Hyun comenzó a colgar algunas pinturas, y él se había encargado de introducir "música de verdad" en la vida del otro.

Sí, estaba siendo un completo imbécil al dejar a Seung Hyun colgado en la incertidumbre de su respuesta. Conocía a ese tonto más que a nadie, podía verlo distraído casi todo el día, con esa expresión afligida en su rostro y el temblor en sus manos. Estaba dañando a la persona más importante en su vida.

¿Por qué? Por sus estúpidos miedos. Era sólo que no podía lidiar con la idea de perder a Seung Hyun. Siendo novios, manteniendo distancia, estaba seguro de que Seung le extrañaba, que estaba ahí. Temía abrumar a Seung más de la cuenta al comenzar a vivir juntos, que un día llegara el inevitable final de la manera más desastrosa y que, ahora, no sólo tendría que preocuparse por su roto corazón, sino por una estúpida mudanza llena de recuerdos ingratos.

Pero sus pesadillas eran cada vez más recurrentes, más horrorosas y, en todas, Seung Hyun moría y él no podía aceptar construir una vida a su lado. Estaba enloqueciendo.

Al mirar la hora, eran casi las cuatro, lamentó que fuera así, pero aun así le llamó.

Seung Hyun ni siquiera demoró en responder, como si estuviera esperando por él.

—Hola. —Murmuró, sintiéndose estúpido.

Hola, Ji Yong. —Su voz era demasiado grave, delatando la hora.

Ji Yong mordió el interior de su mejilla, dándose cuenta de lo mucho que extraña su voz. Sintiéndose un tonto por comenzar a llorar.

¿Ji? ¿Sigues ahí?

Hubo un largo suspiro.

—Sigo aquí.

Definitivamente esa afirmacióntan simple, sellaba el nuevo inicio de su vida, juntos    

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Realmente no sé porque demoré tanto, había olvidado que era una viñeta (-1000 palabras). Y no tengo ni idea si esto se considera romántico (?) En fin, nos acercamos cada vez más al final, sólo faltan tres tazas más C:

Muchas gracias por leer, votar y comentar.

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