In a lot of cup of hot chocolate, I will find you [Dear Evan Hansen/Treebros]

two friends on a perfect day (parte dos)

Una cita.

Una

Maldita

Cita

Así lo había llamado Connor, ¿qué se supone que significaba eso?

Se puso tan nervioso que apenas escuchó el día y la hora de su cita, él había propuesto un lugar, pero... ¿Cuál había sido?

Necesitaba hablar con Jared, pero no por una llamada, tenía que ir a su casa.

Después de terminar de tomar desayuno con Connor, le fue bastante complicado salir de esa casa, ambos ya se sentían cómodos con la compañía del otro y sabían perfectamente cómo acomodarse en la cama del más alto para que ninguno de los dos se cayera. Evan sabía dónde estaba cada cosa en la pieza de Connor así que supo dónde encontrar la laptop del otro. Sabía dónde estaba cada maldita cosa en esa habitación y de pronto eso le inquietaba.

Después su charla con el doctor Sherman, había muchas cosas que consideraba normales y a las que ahora debía darle una nueva interpretación. Demasiadas cosas a las que darles una nueva interpretación.

Intentaba sentirse calmado, pero definitivamente esa situación lo estaba superando lentamente ¡y apenas eran las 11:00 de la mañana!

Suspiró, miró a Connor que lo estaba observando con preocupación y le sonrió.
—Estoy bien —intentó convencerse de ello— Solo que la charla de hoy me dejó un poco agotado, creo que necesito dormir un poco.

—Oh... ¿Vas a dormir? Entonces guardaré mi computadora, a menos que prefieras ver algo o irte, como se te haga más cómodo, Ev. — hubo algo en la forma en que dijo eso que simplemente le provocó un cosquilleo en el estómago.

Tenía que actuar normal o, bueno, intentarlo, no quería que Connor se diera cuenta (aunque al parecer ya lo había hecho) de su estado tan... Ansioso.

Suspiró para calmar su mente y buscar una respuesta, sabía que ver algo, una película o serie lo ayudaría.

—Una película estaría bien, pero... ¿La podrías escoger? La verdad es que no se me de muy bien eso, solo te pido que no sean películas de terror o algo así.

Connor se río, incluso su risa era hermosa y agradable de oír.

—Pero Ev, cómo te van a dar miedo esas películas a esta hora del día, lo único oscuro en esta habitación es mi alma.

Evan lo miró con cara de reproche, no le gustaba que hiciera ese tipo de bromas, a nadie le hacían bien.

Finalmente terminaron viendo una película de súper héroes, compartiendo aquella tierna afición de leer cómics cuando eran niños y Evan, confesando un poco avergonzado que Jared y él todavía los leían. Connor sonrió y le dio pequeños golpecitos de aprobación en el hombro.

Si Evan no estuviera tan nervioso, hubiese dormido mientras veían la película, pero no podía.
Era realmente complicado, quería salir corriendo de esa casa e ir donde Jared y a la vez quería quedarse allí eternamente.

No vio nada de aquella película y cuando intentó moverse, miró hacia al lado y Connor estaba durmiendo.

¿Qué debía hacer? ¿Despertarlo e irse? ¿Irse sin despertarlo? ¿Dormir junto a él? ¿Quedarse allí?
Finalmente decidió irse sin despertarlo, buscó entre los estantes algún papel para dejarla una nota, hasta que encontró sus libretas. Connor las había cambiado de lugar, estaba seguro, de hecho, ahora que observaba, notaba había un par de cosas donde no siempre lo estaban, se le hizo extraño, no quiso darle mayor importancia.