¿Qué pasa cuando pones a 32 jóvenes de 22 años en el futuro en una escuela mágica llena de rivalidades, amores fugaces y viejas tradiciones?
Sencillo: muchos desastres. Y también sorpresas.
"Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan c...
Cuando la hora de la cena llegó y Dumbledore presentó los alimentos después de un pequeño discurso, los encapuchados miraban preocupados a la puerta, en especial tres de ellos: Danielle no estaba, y tampoco sus padres.
—¿Saben dónde está?— preguntó uno de ellos.
—Estoy preocupada, ¿y si papá la vio?— preguntó preocupada su hermana mayor.
—Confió en Danielle, es valiente y sabe trabajar bajo presión; aún no entiendo como el Sombrero Seleccionador la puso en Hufflepuff.— dijo su mellizo.
—Tú mismo lo has dicho, Liam—rió una chica—. Sabe trabajar bajo presión; Helga Hufflepuff es lo que más valora para su casa.
—¿Lo sabes porque la conoces, o porque es tu melliza?— preguntó uno que escuchó.
—Porque la conozco —dijo el chico, cruzado de brazos—. Es mi hermana y mi mejor amiga, crecimos juntos, literalmente hablando.
—Chicos— alertó Teddy, acercándose—. Tenemos que presentar a Arthur, se está quedando dormido.
Los chicos miraron al más pequeño de todos, que estaba recostado en la mesa, con sus brazos como soporte para su cabeza.
—Creo que sí.— Teddy se acercó a paso rápido al balcón donde estaban los profesores, y susurró su petición.
—Oh, sí. Por supuesto. ¡Tendremos otra presentación, chicos. Pero pueden seguir disfrutando de sus alimentos!— se escuchó un ligero "yeah" de la mesa de los leones, y los más cercanos a Ronald Weasley rieron.
—Qué gracioso eres, tío.— todos centraron su mirada en el pequeño que estaba ahí, jugando con las mangas de la túnica que tan grande le quedaba.
—Hola, ¿estás por presentarte?— preguntó una chica, haciendo que todos centraran su atención en el pequeño Niño.
—Sip.— dijo remarcando la "p"
Capítulo con asterisco, significa que este personaje es de mi invención, sin embargo, utilizo el apellido de un personaje de J.K Rowling.
— Mi nombre es Arthur Stefan Weasley y pues diré el apellido de mi madre porque soy hijo único. Soy Arthur Stefan Weasley Delacour — su capucha se retiró; Bill y Fleur se miraron.
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—Dijeron que ya no teníamos hijos.— miraron a sus tres hijos.
—Aquí no solo hay una Delacour.— Louis murmuró, tomando un poco de zumo de naranja y mirando de reojo a Gabrielle.
La puerta del Gran Comedor se abrió, y por ella entró la encapuchada que faltaba.
—¡Dani!— sonrieron todos. Danielle miró al frente y vio a Fleur furiosa, a Bill con miedo y a Arthur al frente.
—¿Llegué en un mal momento?— preguntó, respirando entrecortadamente.
—Llegas justo a tiempo— sonrió su hermano abrazándola con fuerza. Danielle lo abrazó también.
—¡Mataré a esa mocosa!— el gritó de Blaise extrañó a sus amigos Slytherin, pero lo que más los extrañó fue que llegó acompañada de la pelirroja Gryffindor, Ginny Weasley.
—¿Puedo seguir?— preguntó Arthur.
—Adelante.— gruñó Blaise sentándose en su mesa.
—Soy Arthur Stefan Weasley Delacour, hijo de Charlie Weasley y...—
—¿¡Te metiste con mi hermana?!— gritó Fleur. Charlie escupió el zumo de naranja, asombrado.
—¡Que asco, Charlie!— gritó Ginny limpiándose la cara.
—¡Oh, Charlie!— estaba asombrado, y sus padres lo estaban más.
—Pobre Norberta...— se burlaron Fred y George.
—¡Esto es serio!— chilló Charlie.
—...Gabrielle Delacour.— terminó Arthur.
—¡Gracias por ponerle mi nombre, Charlie!— sonrió el patriarca Weasley con los ojos acuosos.
—Tengo 7 años, los acabo de cumplir en mi época.— sonrió—. A consecuente de eso, aún no asisto a Hogwarts, me faltan cuatro años. Me gustaría ir a Gryffindor o a Slytherin, y me gustaría jugar al quidditch como buscador, pero papá no me deja montar a la escoba —hizo una mueca triste— acabo de mudarme a Londres, porque antes vivía en Rumania, pero mi padre se ha tomado un descanso de los bellos dragones...
—Espera —interrumpió Molly—, ¿Charlie te ha llevado a ver a los dragones?
—¡Sí, y son fascinantes, abuela!— Molly miró severamente a Charlie y este se sonrojó.
—¿Algo más que agregar?— preguntó Ron. Hermione lo miró severamente por su falta de tacto, aún con la rosa que Draco le regaló.
—Mis padrinos son Fred Weasley y Luan Fithzer, la mejor amiga de mi madre.
—¡Gracias, Charlie!— sonrió Fred agradecido.
Arthur bostezó—lamento las incomodidades que causé, no era mi intención. Pero no puedo dormir si mamá y papá no están para darme las buenas noches— dijo tallando sus ojos. Todos corearon un "ow" y Gabrielle se levantó para abrazar rápidamente a su hijo.
Charlie la miró: es cierto que ya había visto a Gabrielle antes, y que era una niñita cuando la conoció, pero ahora era diferente: Gabrielle estaba creciendo, y su crecimiento le favoreció muchísimo; tenía curvas ligeras, pero no toscas, su cabello rubio relucía y su cara tenía facciones más finas; su corazón palpitó. Se levantó de un salto, y se acercó a Gabrielle y a Arthur, cargó a Arthur y abrazó a su futura esposa.
—Nosotros nos retiramos, profesor Dumbledore.—sonrió Charlie. Arthur se recostó en su hombro, y cerró sus ojos.
—Pequeño, aguanta. Mami y papi te arroparán.— sonrió Gabrielle, que hasta el momento había estado callada.
—Pueden ir a la Sala de Menesteres.— ofreció Dumbledore. Charlie y Gabrielle se miraron y asintieron, y salieron del Gran Comedor, bajo los aplausos de todos los presentes.
