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Capítulo editado ✔️

Capítulo 20: "Cortas eternidades"

—¿Lily? ¿Cómo te sientes moony? — preguntó Albus preocupado a través de la puerta del baño, después de haber abandonado el Gran Comedor y que el descanso de 2 horas comenzara.

—Ah, súper. Estoy en óptimas condiciones.

Lily, lo harás bien, ya verás.— la animó Scorpius.

Estoy nerviosa.

Ya verás que nada saldrá mal. Estaré ahí para apoyarte, lo prometo.— sonrió Albus.

—Ambos— corrigió James. Albus sonrió.

—Oh, Cornamenta y "El Legado Maldito", el famoso "Legado Maldito"— y Myrtle rió. Albus rodó los ojos.

—Hola, Myrtle.

—Lleva sentada desde que salieron, ¿ya vomitaste todo el zumo de calabaza, linda?

Myrtle, cierra la boca— y riendo, la fantasma se fue.

—Lilu, sal ya. Estaremos contigo hasta que la hora de presentarse llegue, ¿de acuerdo?— Lily abrió la puerta y suspiró.

—Creo que ya estoy bien.— dijo, mojando un poco su rostro.

—¿Segura?— preguntó Scorpius, quitando la capucha de la chica, dejando ver sus tupidas pestañas, su piel de porcelana y sin olvidar de sus ojos de un bello y gélido color azul, tal como su madre.

—Sí— asintió Lily, colocándose sus lentes nuevamente.

—¿Quieres ir a algún lugar en específico?— preguntó James

—¿Podemos ir por comida? Tengo hambre.— sonrió Rose.

—Adelántense ustedes, nosotros iremos ahora.— dijo Lily. Rose asintió, y junto con Scorpius, fue hacia el Gran Comedor.

Por otro lado, Harry Potter buscaba con preocupación a sus hijos; ¿dónde se habían metido? Parecía que la tierra los había tragado de pronto. Buscó en la Biblioteca, en la Sala de Menesteres, en el campo de Quidditch y en el Patio del Reloj, pero parecía que jugaban muy bien a las escondidas.

—¿Han visto a James y Albus?— preguntó Harry
a unas chicas de Ravenclaw mientras pasaba por el pasillo principal. Las águilas negaron, y el azabache emprendió su camino nuevamente.

—¡Hola, Harry!— Harry se sobresaltó, miró hacia atrás y bufó al ver a Romilda Vane.

—Ah, hola Romilda.— saludó Harry sin interés.

—¿Que buscas?— preguntó la chica.

—Ah, nada. Perdí algo.— dijo con simpleza.

—¿Puedo ayudarte?— preguntó.

—No, gracias Romilda.

—Te ayudaré a buscar lo que perdiste, ya sabes, dos manos trabajan mejor que una— dijo con una sonrisa. Harry quiso rodar los ojos en ese instante pero se abstuvo de hacerlo, así que solo sonrió falsamente hacia la chica de cabello chino.

Harry estaba harto de la chica junto a él y solo llevaban diez minutos caminando. Ella se le pegaba obscenamente a su brazo derecho y reía con fuerza a todo lo que Harry decía. En cada esquina que pasaban, él trataba de escapar de ella sin mucho éxito.

Cómo si Merlin hubiera escuchado sus plegarias, un grito femenino hizo girar su cuello con fuerza hacia un lado, tanto que Romilda lo miró con miedo al pensar que se rompería.

Dear Time-Turner || Harry Potter || » terminada « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora