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Capítulo editado ✔️

De antemano me disculpo por el capítulo largo, no pretendía que se extendiera tanto.

Capítulo 36: "Reuniones desastrosas"

Ahora regreso— avisó la pelinegra a su mejor amiga, mientras cogía su suave bata de seda color verde botella y salía rápidamente de su habitación en las frías mazmorras.

—Qué carajos, Pansy. Son las 6 de la mañana— bostezó Astoria.

Pansy comenzó a correr cuesta arriba, pasando cuadros, elfos domésticos libres y muchas escaleras movedizas, hasta qué, finalmente, llegó al séptimo piso y encontró el retrato que más odiaba en la vida, pero que necesitaba en este momento: La Dama Gorda.

—Ah, eres tú.

—Buenos días a usted también— saludó la pelinegra con sarcasmo.

—¿Contraseña?

Trufas Molidas— frunció el ceño ante la contraseña tan estúpida que los Gryffindor se habían inventado. La Dama Gorda estaba sorprendida. Hasta que finalmente, habló:

—Por naturaleza, no puedo dejar entrar a un Slytherin...

—No me importará quedar castigada por romper su pintura. Piénselo dos veces— espetó ella molesta.

—Adelante, niña insolente— a pesar de haberse desbloqueado, La Dama Gorda no abrió su pintura por completo, por lo cual, Pansy tuvo que ejercer fuerza y abrirla manualmente.

—Trate de adelgazar, no le hará ningún mal— gruñó. Se dirigió rápidamente hasta las escaleras de los chicos, y después de haber subido seis tramos de escalera, finalmente llegó.

SEXTO AÑO
Seamus Finnigan, Neville Longbottom, Harry Potter, Dean Thomas, Ronald Weasley

Entró con sumo cuidado, inundándose por la suma oscuridad del cuarto; iluminó con su varita una pequeña parte del camino, y después de ver a Neville con comida por la cara y a Ron babeándole a su almohada, encontró a Harry. Su rostro se mostraba sereno y tranquilo, y odiaba tener que despertarlo.

"Bah, podrás disfrutar de esto por mucho tiempo" se replicó.

—Potter. Potter, despierta— Harry abrió sus ojos esmeralda, y entrecerró.

—Pansy, ¿qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¿Estás viendo la hora?— preguntó, tallándose los ojos y mirando el reloj de noche que tenían en sus cómodas.

—Lamento despertarte, de verdad. Pero no lo haría si no fuera importante — por la seriedad y preocupación con la que Pansy lo dijo, Harry la miró preocupado.

—Vamos abajo. — se levantó, se calzó y tomó el sweater que Molly le había regalado el año anterior por Navidad: de un color verde esmeralda y una H en dorado. Cuando llegaron al sofá favorito de Potter, Pansy se sentó y lo miró. Harry la miró desde arriba.

—Harry —dijo. Harry la miró asombrado, pues sólo había sido una ocasión en la que lo había llamado por su nombre: cuándo Lily reveló su nombre entero. De alguna manera, lo alertó—. ¿Recuerdas la carta que le mandé a mis padres?

Dear Time-Turner || Harry Potter || » terminada « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora