Soyeon

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The Song

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The Song

En los últimos meses, he notado que Soyeon se ha comportado de manera un poco diferente

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En los últimos meses, he notado que Soyeon se ha comportado de manera un poco diferente. No es que haya cambiado radicalmente, pero ha estado más callada, más concentrada, y a veces parece que su mente está en otro lugar. Aun así, nuestra relación se siente tan fuerte como siempre, y aunque he tratado de preguntarle si algo la preocupa, ella siempre me responde con una sonrisa tranquila y un "todo está bien". Ella nunca ha sido una persona de muchas palabras, pero su música siempre ha sido su forma de expresar lo que lleva dentro. Tal vez es eso lo que la ha mantenido tan ocupada últimamente.

Una tarde, mientras la esperaba en su estudio, me quedé observando cómo sus manos se movían rápidamente por el teclado de su computadora, mezclando y ajustando una pista. Podía ver el brillo en sus ojos mientras trabajaba, completamente absorta en su proceso creativo. Nunca me cansaba de verla así, tan apasionada por lo que hacía. De repente, se giró hacia mí con una sonrisa juguetona.

—¿Tienes algún plan para esta noche? —me preguntó, sus ojos brillando con una chispa de misterio.

—No realmente —respondí, intrigada—. ¿Por qué? ¿Tienes algo en mente?

—Tal vez. ¿Te gustaría que hiciéramos algo especial? — La pelinegra se levantó y se acercó a mí, tomando mis manos entre las suyas—. He estado trabajando en algo que me gustaría mostrarte. Pero solo si estás lista.—

Su tono era suave, casi vulnerable, lo cual no era muy común en ella. Mi corazón se aceleró un poco, curiosa por lo que tenía preparado. Asentí, apretando sus manos en señal de aceptación.

—Estoy lista para lo que sea.—

Esa noche, me llevó a un pequeño estudio de grabación en su casa, un lugar donde solía trabajar en sus proyectos más personales. El ambiente era acogedor, con luces cálidas y una alfombra suave que amortiguaba nuestros pasos. Soyeon me hizo sentar en un sillón cómodo frente al equipo de sonido. Se notaba que estaba nerviosa, lo cual me sorprendió, pero no dije nada, solo la observé mientras tomaba una guitarra acústica y se acomodaba en una silla frente a mí.

—He estado trabajando en una nueva canción —dijo, afinando la guitarra—. Es algo muy especial para mí... y espero que lo sea para ti también.—

Sus palabras resonaron en mi mente mientras la veía comenzar a tocar. La melodía era suave, casi hipnótica, y me dejé llevar por la cadencia de su voz, que pronto llenó el pequeño estudio. La canción hablaba de amor, de la profundidad de un sentimiento que crece con el tiempo, de cómo dos almas pueden conectarse de una manera que va más allá de las palabras. Cada verso parecía dirigido a mí, y sentí que mi corazón latía al ritmo de la música.

Mientras mi novia cantaba, su mirada no se apartaba de la mía. Había una intensidad en sus ojos que me hacía sentir como si estuviéramos en un mundo solo nuestro. Sus manos se deslizaban con gracia sobre las cuerdas, creando una melodía que parecía envolverme, cada nota resonando en lo más profundo de mi ser. La letra era sincera, directa, y cuanto más la escuchaba, más me daba cuenta de que esta canción era su manera de decirme lo que tal vez nunca había podido expresar con palabras.

Cuando llegó al último verso, ella hizo una pausa, respiró hondo y cantó con una emoción que hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas:

"Eres la razón por la que quiero cantar, la inspiración detrás de cada nota. Eres mi todo, y quiero que seas mi siempre."

La última nota se desvaneció en el aire, dejando un silencio que parecía envolvernos. Mi corazón latía con fuerza, y no pude evitar que una lágrima escapara por mi mejilla. Soyeon dejó la guitarra a un lado y se acercó a mí, tomando mis manos con suavidad.

—Esta canción... es para ti —dijo en voz baja, sus ojos fijos en los míos—. He estado tratando de encontrar la mejor manera de decirte lo que siento, pero cada vez que intentaba, las palabras no parecían suficientes. Así que hice lo que mejor sé hacer: escribí una canción.

Me quedé en silencio por un momento, tratando de asimilar todo lo que había escuchado. Sabía que aquella chica me amaba, pero esta canción era más que eso. Era una declaración, una promesa de un futuro juntas. Sentí que mi corazón estallaba de amor por ella, y sin decir una palabra, la abracé con fuerza, sintiendo cómo sus brazos se cerraban a mi alrededor con la misma intensidad.

—No sé qué decir —murmuré, con la voz quebrada por la emoción—. Esto... es lo más hermoso que alguien haya hecho por mí.—

Soyeon sonrió, sus labios rozando mi cabello mientras me sostenía.

—No tienes que decir nada —susurró—. Solo dime que sientes lo mismo.

Me aparté ligeramente para mirarla a los ojos. En ese momento, supe con certeza lo que quería decirle.

—Soyeon, no solo siento lo mismo. Eres todo lo que siempre he querido, todo lo que necesito. Quiero estar contigo para siempre, ser tu inspiración, tu musa, tu todo.—

Sus ojos se llenaron de lágrimas y me besó con una ternura que me hizo temblar. En ese beso, sentí todas las emociones que habíamos compartido, todas las promesas que habíamos hecho sin necesidad de palabras. Sabía que no importaba lo que el futuro nos trajera, estaríamos juntas, creando nuestra propia melodía, una que sería solo nuestra.

Después de un momento, Soyeon se separó ligeramente y, con una sonrisa juguetona, me preguntó:

—¿Entonces qué dices? ¿Te gustaría que escribiéramos más canciones juntas, para el resto de nuestras vidas?

No pude evitar reír entre lágrimas, asintiendo con entusiasmo.

—Sí. Me encantaría.—

Nos quedamos allí, abrazadas en ese pequeño estudio, sintiendo que el mundo exterior se desvanecía, dejando solo a nosotras dos y la música que había nacido de su corazón. Sabía que siempre recordaríamos esa noche como el momento en que nuestras almas se declararon la una a la otra de la manera más pura y hermosa posible.

Con Soyeon, sabía que cada día sería una nueva canción, una nueva oportunidad para expresar nuestro amor, y no podía esperar para ver lo que el futuro nos tenía preparado. A partir de ese momento, nuestra relación no solo se basaba en palabras o gestos, sino en una melodía compartida que nos uniría para siempre. Y mientras estuviéramos juntas, sabía que cualquier cosa sería posible.


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O.S Kpop IdolsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora