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A perfect day
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Nunca imaginé que el día de hoy sería tan especial. Aunque hemos tenido muchas citas antes, Christopher siempre logra sorprenderme. Hoy no fue la excepción.
Todo comenzó esta mañana cuando recibí un mensaje suyo temprano, diciendo que tenía algo especial planeado y que debía estar lista para las 3 p.m. La emoción me recorrió el cuerpo de inmediato. Mi chico es alguien que siempre se asegura de que cada momento juntos sea único, pero hoy tenía la sensación de que sería diferente.
Me vestí con cuidado, eligiendo un vestido que sabía que a él le gustaba, uno que había mencionado que me hacía lucir especialmente bien. Me maquillé ligeramente, solo lo necesario para acentuar mis rasgos. Quería estar perfecta para él, aunque sabía que él me apreciaba tal y como era.
A las 3 p.m. en punto, escuché el timbre de la puerta. Mi corazón latía con fuerza mientras corría a abrir. Allí estaba él, con su sonrisa cálida que me derrite cada vez que la veo. Vestía de manera sencilla, pero elegante, con una chaqueta de cuero negro que contrastaba perfectamente con su camiseta blanca. Sus ojos brillaban con la misma chispa que siempre me cautivó desde el primer día.
