La Seducción De Ares

Quindici.

POV'S Jessica

Estaba nerviosa.

Hoy conocería a mis—posibles—futuros suegros y quería estar presentable para eso. Kyle me había dejado el vestido... pero no era lo que yo pensaba aunque estaba realmente hermoso; consistía en una prenda elegante de fina tela negra que, resaltaba mi figura y dejaba mi espalda al descubierto, pero eso no era todo, además también dejaba al descubierto parte de mis pechos porque en el frente el—insolente y elegante—vestido tenía una abertura desde mis pechos hasta poco más arriba de mi ombligo y otra que llegaba hasta medio muslo dejando casi toda mi pierna izquierda al descubierto. Era hermoso, sí, pero también era demasiado revelador porque este es un vestido que usas para una noche de fiestas y lujos, pero no para conocer a los que en un posible futuro serían tus suegros.

— Te ves preciosa.

— ¿Tú crees?— digo mirándola a través del espejo.

— ¡Claro que sí! Deslumbrarás a todos.

No pude evitar rodar los ojos era con una sonrisa en mi cara.

— No quiero deslumbrar a todos, solo a Kyle.

Mi hermana bufó.

— ¿Si? Pues, lamento desilusionarte pero deslumbras a todos en esa cena. Ahora voy a maquillarte para que hasta los primos de Kyle babeen por ti— dijo mientras me guiñaba un ojo.

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—Jessica estate quieta— me reprende mi madre al ver que no dejo de moverme de un lado a otro—. Me pones nerviosa.

— Es que estoy nerviosa ma' ¿qué tal si no le caigo bien a su familia? ¿Me veo bien? ¿Este vestido no me hace ver gorda? ¿Y si se me rompe un tacón...

— ¡Jessica, basta!—rugió mi padre— cariño, estás hermosa. Y si a esa gente no les caes bien es porque son unos idiotas y no saben apreciar lo bueno.

¿Ya dije que amo a mis padres? ¿No? Bueno, los adoro. Son lo mejor que uno tiene en la vida y la verdad no podría imaginar un futuro sin ellos a mi lado.

Le regalo una sonrisa de agradecimiento a mi padre para sentarme en el sofá... hasta que sonó mi celular, en un mensaje de Kyle indicándome que ya había llegado y que estaba afuera esperándome en el carro.
Me despedí de mis padres, mi hermana y mi sobrino, no son antes decirles que me desearán suerte.

— ¡Wow! Te ves espectacular— dijo Kyle a penas me vio—. Sabía que ese vestido te sentaría de maravilla.

Le sonreí.

— ¿No crees que es demasiado revelador para ir a una con tus padres? Es decir, la primera impresión es la que cuenta, ¿no?

— Sí, y tú darás una muy buena primera impresión— dijo con coquetería y yo no pude evitar reír ante su ocurrencia.

Nos subimos a su auto... aunque claro, nada tan ostentoso como el Maserati negro de último año de mí jefe. Durante el trayecto nos la pasamos tonteando y conversando de cosas triviales; Kyle era un gran conversador, pero no de esos con los que puedes hablar cosas interesantes sino con los que puedes hablar temas divertidos para pasar el rato.

Aparcamos frente a un hotel muy lujoso, que, por cierto en mi vida habría pensado visitar.

— ¿Aquí será la cena?— le pregunté sin poder creerlo.

— Sí.

— Creí que sería algo más... modesto.

Kyle se paró en seco y se giró para verme.