Setenta y tres días para la boda

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-Buenos días.

Lo saludé con una sonrisa, ya listo para poner a prueba sus conocimientos, pero tener un aspecto terrible.

-¿Tienes resaca?

Le pregunté casi ofendido, pero luego recordé que todo ese estado era por mi culpa.

-Lo siento, señor. Me siento terrible, pero no me preste atención.

Me senté para poder verlo mejor y me había dejado un café. Él también tenía uno, pero apoyaba su mentón en la tapa, sin siquiera mirarme.

-Necesito que saques fotocopia de esta carpeta-se la pasé-por ambos lados, por favor.

Asintió sin ánimos de nada, mientras tomaba el café con la otra mano.

-¿James?

Se giró y pude notar sus ojeras horribles. Al parecer si había vomitado después que lo dejé sentado en el sillón de su casa.

-Las necesito para después de almuerzo, así que tomate tu tiempo.

Me asintió obediente y le di un relajo por lo de ayer. No quería ser duro en un niño tan pequeño y convertirme en el primer jefe que odió en su vida.

Fueron dos reuniones las que me ayudaron en dejar de pensar en lo que planeaba hacer hoy. Aun dudaba si debía hacerlo; si quería hacerlo. Podía cambiar de opinión en cualquier momento.

Sentí una mano tocar mi brazo y levanté la vista de mi teléfono, para ver a Jackson con una sonrisa.

-Lo encontraste.

Apuntó al puto anillo que olvidé sacarme la noche anterior.

-Si-sonreí nervioso-estaba debajo del sillón. Mi cabeza está en cualquier parte.

-Que no lo sepa Andie. Hablé con ella en la mañana y anda de un humor de perros. Todo le molesta. Terminé cortando la llamada.

-Solo está ansiosa y nerviosa. Hay que darle un poco de espacio.

-Una cosa es que este ansiosa y otra es que sea una perra-me dijo con total normalidad-solo le estaba preguntando si solucionó lo de su vestido.

Le hice un gesto que le dio a entender que no debió haber dicho eso, pero solo levantó los hombros, sin darme a entender nada.

-Háblale sobre cosas sencillas y felices.

Le aconsejé, ya que yo mismo me había estresado la semana pasada al intentar decidir algo con ella.

-¿Cosas felices? ¿Cómo?

-Dile que amaste la invitación, que quedó linda y se nota que ella eligió todo porque yo tengo cero sentidos del diseño y elegancia, cosa que yo creo que...

Me mordí la lengua para no seguir hablando y él sonrió incrédulo.

-Las invitaciones, bien-asintió-se lo comentaré en el almuerzo.

-¿La vas a ver ahora? No me comentó nada.

-Me llamó antes de entrar a la reunión. Creí que no te importaría.

Le dije que todo estaba bien y recogí todas mis cosas, para volver a la oficina. Había dejado abierta la página del bar JJ, quizás esperanzado que él en alguna ocasión escribiera algo y poder llegar a un perfil, una foto, pero no. Perdí el tiempo buscando y cuando volví de almorzar, James ya me esperaba.

-Tienes mejor aspecto.

Le comenté mientras revisaba la carpeta.

-Si, necesitaba dormir un poco más-aclaró la voz-lo siento mucho. No es que quiera que recuerde mi primer día así, pero...

Piensa y Elige [Larry Stylinson] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora