Treinta y cuatro días para la boda

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-Se que me dijiste que comenzara a llamar, pero...

No tenía excusa. Pasé cuarenta minutos sentado en el pórtico de la casa de Louis esperando que llegara. Salí a almorzar y lo único que pensé fue en ir a verlo. Se me hizo una costumbre no solo cuando había noticias buenas, si no que malas. Sentía que no podía llamarlo por teléfono, quería conversar con alguien, más bien, quería conversar con él y decirle todo lo me estaba pasado.

Me hizo pasar solo riéndose por mi estado, ya que estaba empapado, porque olvidé el paraguas en mi casa y llegué aquí en Uber.

Dejó las compras en la mesa y corrió escaleras arriba para traerme ropa seca, pero en medio de esta venia otra cosa más pesada.

-¿Y esto?

Levanté unas llaves y le levantó los hombros mientras comenzaba a guardar las compras del supermercado.

-Pasas mucho tiempo aquí, no es primera vez que me esperas afuera y creo saber que no eres un ladrón.

Me dio tres motivos por los que me entregaba las llaves de su casa. ¿era así de importante para él? No quería pensarlo mucho, aunque tenía razón al decir que pasaba mucho tiempo aquí y nos pasó en ocasiones que yo llegaba antes que él y lo esperaba sentado en su pórtico.

-¿Estás seguro?

Dije con miedo, no por mí, sino porque él se podía arrepentir de lo que estaba haciendo.

-Si, tranquilo. No estoy pidiendo que te cases conmi...

Se detuvo y me miró con vergüenza. No me importó, pero al parecer a él si, por lo que me dio un abrazo y me susurró unas disculpas, antes de seguir en lo suyo.

-Tengo que ir a trabajar doble turno hoy-me miró cansado intentando cambiar de tema-Leo se enfermó, así que estaremos solo Eva y yo hoy.

Asentí serio y él no notó mis celos. Podía hasta caerme bien esa chica, pero tan solo Louis la nombraba y no, volvía a darme esos celos adolescentes donde lo quería cerca de mí y nadie más.

-¿Qué es eso tan importante que querías decirme?

-No es importante-traté calmarme-problemas con el matrimonio.

-Entonces lo es.

Si, lo era. Era importante porque me hizo correr a sus brazos para contarle de mis penas, pero a él no le importaba. Siempre me escuchaba paciente y tenía una palabra optimista.

-Andie me llamó histérica. Hay que destacar que estaba en una reunión y tuve que salir porque no paraba de llamarme.

-¿Ella trabaja?

Me interrumpió Louis. No hablábamos mucho de ella, por lo que a veces estas cosas se pasaban de largo.

-No. Antes si, pero desde que nos comprometimos solo está planificando la boda.

-¿En serio?

Me miró sorprendido. Quizás no entendía todo el trabajo que tenía el planificar una boda, para tal número de gente y además inolvidable como decía Andie. Ella gastaba todas las energías de su día en planificar cada detalle.

-Antes trabajaba en un banco, pero ahora solo piensa en la boda.

-Entonces, llamó enojada...

Trató de volver al tema y yo intenté recordar lo que estaba contando.

-Llamó gritando y llorando, diciendo que todo era un desastre. Intenté calmarla, pero no se puede hacer mucho desde el otro lado del teléfono.

Louis asintió al entender mi comentario. Era una de las razones por las que prefería verlo a que llamar.

Piensa y Elige [Larry Stylinson] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora