TIME ||HANIXLE|| -- EXID

Capítulo 3

Recomendación: escuchar Woo Yoo de Hani.

Anh Hyo Jin caminaba sin cuidado mientras sus miradas estaban fijas en su teléfono. Trataba de obtener una respuesta a la llamada que le hacía a su amiga Hyerin. Llevaba dos horas en el aeroepuerto esperando a que la nombrada llegase, pues esta le había asegurado en la llamada que le había hecho en bien abordo el avión, que iría por ella cuando llegue a Seúl pero he aquí, Hyojin esperaba impacientemente y con cierto disgusto en su cara la aparición de la irresponsable de su amiga.

Era la octava llamada que hacía y sintiendo ya frustación en su cuerpo decidió mejor salir a esperarla a fuera del areopuerto. Soltó un suspiro de cansancio antes de poner en marcha su andar mientras arrastraba con fastidio las pesadas maletas.

Cuando salió sintio la brisa fría golpear su rostro haciendo que un pequeño escalofrío recorriera su fino cuerpo. Se sacudió en su lugar mientras un estornudo se escapaba de su nariz y boca. Presintió que caería enferma al no estar abrigada del todo pues la temperatura en primavera solía ser muy baja.

Miraba de un lado a otro esperando esperanzadamente que de manera milagrosa su amiga apareciese. También observaba entre instantes su celular esperando de igual manera que la anhelada llamada llegase, cosa que cada vez que lo hacía solo un suspiro de desesperación salía de su boca.

Los carros me movían de un lado a otro produciendo sonidos con sus  bocinas producto del tráfico, el sonido de los pasos de las personas resonaban en el lugar, la voces se sinfonizaban provocando una mezcla para nada relajante, niños corriendo, aviones en pleno despegue, en pleno vuelo, maletas siendo arrastradas, las puertas de los taxis abriéndose y cerrándose llevando pasajeros recién llegados a su destino.

Todo un mundo en su realidad. Manejando su vida de manera distinta. Pero con algo en común.

Vivir...

Esos eran los claros pensamientos de Hyojin quién en una fracción de segundos dejó que su mente volase lejos, permitiéndole que sea libre y que piense más allá de lo racional.

Alzó su rostro en dirección al cielo percatándose del bello color celeste impregnado en él.

Un lindo y perfecto color...

Los cerró unos instantes dejándose llevar por la conmoción de sus sentimientos. Respiró profundamente sintiendo como con claridad el aire de Seúl, tan conocido por ella, entraba en sus pulmones.

Un nudo en su garganta amenazaba con aparecer y las potentes ganas de llorar le seguían el paso.

Seúl.

Un lugar con tantos recuerdos.

Bellos, malos, dolorosos, lastimeros, hermosos.... perfectos.

Aquella ciudad significaba tanto para ella, pues fue en donde todas las enseñanzas, que ahora su vida posee, las aprendió y no de una manera agradable sino más bien de manera desastroza. Había regresado al lugar donde sabía a ciencia cierta todo lo que su corazón había sufrido.

Sufrido simplemente por haber amado.

Amado con sinceridad.

Amado verdaderamente.

No eran los recuerdos de las desgracias que su ex novio le había hecho lo que más la lastimaba y la ponía de aquella manera. Pues no. Era el hecho de no poder recordar aquel rostro de esa bella mujer que logro cambiar su vida en tan solo una noche.

Apretó el celular en su mano cuando el traslúcido recuerdo golpeó de manera dolorosa su cabeza.

Aquella mujer, desnuda sobre ella. Susurrando palabras que jamás nadie se las había dicho, acariciando su piel como si de un diamante se tratase, besando cada tramo con tanta delicadeza que parecía un cristal frágil entre sus brazos. Su piel, sus besos, su aroma, sus palabras, su aliento... su todo.