Capítulo 9

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Con pasos lentos e indecisos, Hyojin se dirigía hacia aquella mesa. Apretaba el teléfono con más fuerzas mientras en su visión se aclaraba la poca distancia que la separaba de aquel lugar. Tragó en seco, sintiendo su garganta doler junto con la punzada en su corazón debido a la adrenalina inapropiada que recorría su cuerpo.

Respiraba pausadamente, con temor de que el aire la asfixie por el momento vivido.

El ritmo de su vida podía cambiar en una fracción de segundos.

Y la única causante de que aquello suceda, tenía nombre y apellido.

Si.

Aquella mujer.

Al estar delante de la mesa, con su amiga a lado de ella, su ritmo cardíaco se aceleró ¿Por qué?

Porque nuevamente se encontró con aquellos ojos que son su perdición...

Una vez más, el tiempo pareció detenerse y el silencio se convirtió en el último aliento de vida para cualquier moribundo con deseos de vivir.

Mirándose fijamente por segundos eternos, Hyojin pudo percatarse del asombro reflejado en los ojos contrarios, aquella duda por saber la razón de su reencuentro.

El carraspeo de Hyerin la hizo salir de su ensoñación para ahora alejar sus ojos y mirar a su amiga quién, con el ceño fruncido y brazos en su cintura, la observaba fijamente.

-Ustedes...- dijo Hyerin señalando a Hyojin para luego dirigir su dedo hacia la persona sentada frente a su novia -¿se conocen?- preguntó.

Las personas señaladas proyectaron sus miradas de manera fugaz, sintiéndose como niñas al descubierto por sus madres al haber hecho una travesura.

Heeyeon, la miraba sin saber que decir, esperando alguna señal para emitir palabra alguna. Pues aún la sorpresa de verla otra vez la mantenía en una desconexión del mundo real.

Jamás pensó verla de nuevo, imaginó que con aquel día, con aquella despedida indirecta, le había dejado en claro a la vida que no deseaba verla de nuevo.

Aunque aquel deseo sea una gran mentira.

Y ahora allí, sentada, con ella delante de sí, la vida le dejaba en claro que no haría lo que ella deseara o pidiera.

La vida se encargaría de hacer lo que le plazca con su destino.

Aún en silencio y decidiendo tomar el control del asunto, al ver la miradas de las demás puestas en ellas, decidió hablar.

Se conocían. Lo hacían.

Y agradecía internamente a la vida que le haya permitido verla de nuevo.

Sonrió, una sonrisa que expresaba felicidad.

-Si...- tenía todo la emoción marcada en aquella sílaba, algo que lamentablemente no llegó a mostrarse.

Otra voz le interrumpió.

-No- dijo con firmeza Hyojin -no nos conocemos- su voz salió con frialdad -es la primera vez que nos vemos- finalizó.

Y aquella felicidad que hace unos instantes sintió se esfumó de manera atroz.

Su sonrisa desapareció pero sus ojos no se despejaban de aquellas miradas que la veían con un desprecio indescriptible.

Y eso dolió.

Dolió como la despedida eterna de un hijo a su madre.

Hyojin sintió aquel dolor...

TIME ||HANIXLE|| -- EXIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora