TIME ||HANIXLE|| -- EXID

Capítulo 8

"No soy a quién buscas"  "No confundas a la gente con un mal recuerdo"  "Ni vivas del pasado, el pasado es historia y lo que debes hacer es buscar soluciones para tu vida sin darles problemas a otros"

Aún recordaba perfectamente aquellas palabras, de aquel día.

Ese día inolvidable para ella. Un día marcado en su vida, donde perdió las esperanzas de encontrar al amor de su vida, donde la vida le dejó en claro que no servía para ser amada.

Giró en su cama, quedando boca arriba, mirando el techo con determinación y soltando un suspiro a la vez en que cerraba sus ojos dejando que una fina línea sea el campo de visión de lo que antes observaba.
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Se había quedado estática en su lugar, viendo como aquella mujer se alejaba con rápidez, perdiéndola de vista sin pestañear siquiera.

Las palabras hacían eco a su alrededor y de manera lenta logró palpar la desgracia que su corazón vivía en ese instante.

No supo si el tiempo avanzaba, solo era consiente de su vida miserable. Se quedó viendo un punto fijo, un punto muerto, las lágrimas seguían su transcurso sin parar, el aire frío se coló entre su ropa, las personas pasaban a su lado observándola raramente, la gravedad dejó de existir y la impotencia de ser miserable comenzó a ser el líquido rojo que la mantenía con vida.

No fue consiente de la llegada de su amiga junto a su pareja, ni de cómo le hablaba para que reaccionara. En su mente aún estaba aquella mujer. Anh Hee Yeon. Con su peculiar sonrisa y su belleza inigualable. Aquella mujer que se le robó el aliento desde la primera vez que la vio. Aquella mujer de quién jamás se había olvidado.

Pero sus palabras frías y sin remordimientos también estaban presentes. Esas palabras que fueron como dagas venenosas que marchitaron su corazón, esas letras que sin querer se tatuaron en su alma como recuerdo permanente. Aquellas sílabas que supieron herirla sin pena alguna.

"No soy a quién buscas" "No me confundas con alguien ajeno" "No vivas del pasado, el pasado es historia".

El aire le faltó en sus pulmones haciéndola ahogar en el proceso. No estaba conciente de lo que pasaba a su alrededor, lo único que recordaba era cómo Hyelin la tenía entre sus brazos hablándole asustada mientras Solji hablaba por teléfono de manera angustiante, antes de caer en un abismo de oscuridad siendo como último recuerdo aquel rostro que le trajo paz pero al final tragedia a su vida.

Despertó en una habitación totalmente extraña a la de la casa de Hyerin, analizando detenidamente cada rincón para respirar pausadamente . Se mantuvo así por largos minutos, tratando de hallar la razón de su existencia.

No fue hasta que alguien entró por la puerta que ella salió de su ensoñación para enfocarse en su visitante.

Era Hyerin.

Vio como avanzaba hacia ella, de una manera neutra y pacífica, en una lucha interna en sí acercarse o no, para luego soltar un suspiro y empezar su andar ya toda decidida. Una vez a su lado la vio a los ojos mientras le sonreía tiernamente.

Sonrío también, mostrando apenas sus dientes. La mano de su amiga fue directo a su cabeza empezando a dar leves caricias en su frente hasta un poco más allá de su cabello. Sonrió más ampliamente, cerrando sus ojos para dejarse llevar por aquella sensación relajante.

-Qué hago aquí- le susurró.

-Tuviste una crisis nerviosa y te trajimos al hospital- le respondió de manera neutra.