Hace poco menos de cuatro horas
-Candela puedes hablar?- suelta Mario al otro lado de la línea.
-Si dime.
-Creo que esto no va bien, no nos vamos a ver en mucho tiempo y ya sabes que las relaciones a distancia no siempre funcionan.Se oyen suspiros al otro lado de la línea. Nada más. Ni un lloro ni un grito. Ni una palabra.
-Can por favor.
Separa el teléfono del móvil y espera unos segundos, como si esperará que el dijera algo y que todo cambiara. Pero no lo hace. Sin palabras y aún petrificada por lo sucedido, pulsa el botón rojo que indica que ha finalizado la llamada y apaga su móvil.
Cristina está en la habitación de al lado, arreglándose por qué está noche saldrían a cenar a un nuevo local que hay en la acera de enfrente pero ella ya no tiene ganas.
Capullo, hoy hacían diez meses. Ni se acordaría, de verdad que siempre se enamora de los peores.
No tiene palabras ya que aún no se cree lo que ha pasado, no sabe muy bien que ha sido. Bueno si, eso está muy claro. ¿Acaba de terminar su relación con Mario? Para siempre. Puf como odia esa frase "para siempre"
-Nada es para siempre- piensa.
Una lágrima sale de su lagrimal y cae directamente mojando su nariz y la parte derecha de su boca. Se tambalea en su barbilla pero no logra caer ya que Candela la aparta antes. Pero esa es solo la primera y poco a poco a ella le va dando igual que caigan.
Se tumba y se estremece en su cómoda cama, se agarra de su peluche de oveja favorito y llora todo lo que le hace falta.
No dura más que media hora ya que Cristina entra otra vez en el cuarto y se percata de la situación de su amiga.
Ambas hablan sobre el tema y deciden pedir comida en vede salir ya que la pobre Candela no tiene ganas de nada ahora mismo salvo de comer pizza y llorar en el hombro de su amiga.
-Sabes. Tu vida puede cambiar de un segundo al otro. De repente estás bien y tienes una vida feliz con la persona que más amas. No tienes problemas y de un segundo para otro, de un mensaje o de una llamada, se te arruina la vida. Con una palabra te pueden amargar el resto de tu vida, con una solo- reflexiona Candela- no nos damos cuenta de que nuestra vida no nos pertenece. De que nos afecta más lo que nos hagan otros a lo que hacemos nosotros mismos, que si te dejan te destruyen y a ellos les da igual pero si dejas tu no te cambia tanto la cosa. Que lo que nos digan otros nos hace daño pero ellos solo disparan y nosotros recibimos las balas. ¿A quien le duele? ¿Quien lo decide? Ellos. No tu. No yo. Así que mi vida no es mía en realidad, vaya mierda.
La otra joven se queda alucinada, no sabe de donde a salido todo eso, no sabe desde cuando Candela piensa tanto en esas cosas, medita sus palabras. Está alucinada. Su amiga es sinceramente genial.
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Si ellos supieran #wattys2018
Novela JuvenilSi ellos supieran va sobre dos personas con dos vidas totalmente diferentes pero que son inseparables. Va sobre sus problemas, sus pensamientos, sobre todo y sobre nada.