7 años después de finale (saga hush hush)

capítulo 1

Narra Nora:

- ¡Tito Patch! Vente a jugar conmigo- gritó Scott desde dentro de la piscina.

Me giré para buscarlo con la mirada, pero no me fue muy díficil encontrarlo ya que dio un saltó para meterse dentro del agua que acabó por empaparme de pies a cabeza. Estaba segura de que lo había hecho a propósito.

Refunfuñé mostrando inconformidad, pero la verdad es que hacía tanto calor que más bien me hizo un pequeño favor.

Mi mirada ahora se dirijió al pequeño Scott, que tal y como él decía ya no era tan pequeño porque había cumplido los 5 años unos días antes. Observándolo, se podía deducir claramente que era el hijo de Vee ya que era una versión masculina y en miniatura de ella. 

Vee y Gavin necesitaban algunos días de descanso, así que nos ofrecimos a cuidar de él durante ese fin de semana.

- Hace muchísimo calor, iré dentro a por unos helados- dije sacando los pies que tenía dentro del agua y levantándome del borde de la piscina donde había estado sentada la mayor parte de la tarde. 

Me dirigí hacia la cocina y oí los gritos que indicaban que Patch había empezado alguna clase de juego con el pequeño. Abrí el congelador, saqué tres helados de chocolate y volví nuevamente al jardín.

- ¡Mirad que traigo!

- ¡Helado!- dijo entusiasmado el pequeño Scott haciendo un esfuerzo para llegar a la escalera de la piscina.

Una vez fuera vino corriendo hasta mi posición y me arrebató el helado en un visto y no visto. Me di la vuelta y ahogué un grito en ver a Patch allí, pues con todo el alboroto del niño no me había dado cuenta de que él también había salido de la piscina.

Me dio un beso en la mejilla y me cogió el helado de las manos.

- Gracias, tiene buena pinta- comentó, pero después de echar un rápido vistazo a mi cuerpo cubierto por un bikini turquesa añadió: aunque ahora mismo tengo cosas más apetecibles en frente de mí.

- Tú siempre con lo mismo.- me dirigía a una de las hamacas que rodeaban el jardín cuando noté algo frío que me recorría la espalda. No tardé en descubrir que se trataba del dedo de Patch bañado en el chocolate del helado. Solté un pequeño grito de sorpresa y del brinco que di se me cayó el helado al suelo.- ¡Mira cómo me has puesto!- le grité indignada.

Patch miró al niño que se había comido ya todo el helado e intercambiaron una mirada traviesa. 

- ¿Estás pensando lo mismo que yo?- le dijo dejando su helado encima de la mesa.

- ¡A la piscina!- dijo el pequeño corriendo hacia allí.

Sin tener tiempo de procesar sus intenciones, me econtré en los brazos de Patch avanzando directamente hacia el agua.

                                                                                       ***

Después de pasar lo que restaba de la tarde en el jardín entre juegos y risas, nos sentamos en el comedor hambrientos por toda la energía empleada anteriormente.

Cuando ya estábamos comiendo los postres, nos dimos cuenta de que el pequeño Scott estaba cerrando los ojos, pero en ver que lo observábamos pretendió disimular.

- Creo que alguien debe irse a la cama- me susurró Patch.

- Vale, ve a acostarlo y en cuanto yo termine de lavar los platos vengo. Nos vemos arriba- le contesté.

Patch subió con el niño en brazos a la planta de arriba y yo me quedé limpiando y ordenando la cocina. En cuanto acabé me dirigí arriba y llegué a la puerta de la habitación que habíamos dispuesto para Scott. Sin hacer ruido me quedé respaldada en el marco de la puerta observando como Patch arropaba el cuerpo del pequeño que ya dormía y le dio un tierno beso en la frente. Se volvió y se percató de mi presencia. Rápidamente se llevó el dedo índice a la boca haciéndome una señal para que no hiciera ruido y sigilosamente salimos de su habitación para ir a la nuestra.

- Muero de ganas porque llegué el día en que te vea hacer eso con nuestro hijo.- confesé pensando en la escena que había presenciado poco antes.

- Vaya, creo tener la solución a ese problema- me dio un suave beso en los labios y luego los dirigió a mi cuello provocando que involuntariamente lo inclinara para que pudiera tener un mejor acceso a esa zona.

Haciendo un gran esfuerzo para mantener el auto-control volví a hablar.

- Hablo enserio Patch. ¿A ti no te gustaría tener un chiquitín correteando por aquí?

- ¿Si me gusta la idea de tener una miniNora tan gruñona e impulsiva como su madre en esta casa? Me encanta.- dijo con una sonrisa perversa.

- Tonto- le dije.

- Refunfuñona.

- Me pones de los nervios.

- Me gusta cuando te enfadas.

Le eché una mirada fulminante pero él seguía con una sonrisa en los labios.

- Ven aquí, Ángel.- me dijo

Y claro, una vez dicha esa palabra todos los intentos de mantenerme enfadada desaparecieron y sin perder de vista sus ojos dejé que sus brazos me envolvieran.

- Te quiero- susurré contra su pecho.

- Y yo.- dijo él.

- Pues por si te interesa mi opinión a mi me encantaría tener un pequeño Patch por aquí tan apuesto y especial como su padre.-le dije.

- Entonces, manos a la obra.-dijo cogiéndome por la cintura y besándome de nuevo.