Capítulo 9

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Llegamos a casa y tras descargar las cosas y cambiarnos la ropa mojada volvimos al coche para ir a recoger a Harrison que estaba aún en casa de mi madre. Llamamos  al timbre y oímos como unos pasos se acercaban pero para nuestra sorpresa fue un hombre el que abrió la puerta. No me dio tiempo de pensar porque detrás de él apareció mi progenitora con nuestro pequeño en brazos.

- Pensaba que no vendríais hasta después de cenar.- se la veía un poco incómoda. El pequeño estiró sus brazos para que lo cogiera y así lo hice.- no os quedéis en la puerta, pasad.

Parecía que se había olvidado de hacer las presentaciones pero de pronto habló.

- Bueno él es… Andrew. Andrew ella es mi hija Nora y su novio Patch.

- Encantado.- habló ahora el hombre que me saludó con dos besos y tendió su mano a Patch.

- Mamá… ¿me acompañas un momento a la cocina?- supe que no era de buena educación pero quería que me aclarara mis sospechas. Ella asintió y nos dirigimos hacia allí.

-  ¿Tú y él…? Bueno, ya sabes… ¿Estáis…?- no sabía cómo formular la pregunta.

- Si te preguntas si estamos saliendo la respuesta es no. Solamente nos estamos conociendo pero si todo sale bien es probable que iniciemos una relación. Es súper atento, me trata genial-se calló de repente- ¿porqué no os quedáis a cenar y lo compruebas tú misma?

- Está bien- acepté, en parte porque no me apetecía llegar a casa y tener que ponerme a cocinar. – Por cierto, ¿te ha traído algún problema?- pregunté refiriéndome al pequeñín que estaba sosteniendo en brazos.

- Ninguno,  todo perfecto.- como si supiera que estábamos hablando de él se puso a jugar con mi pelo tirando suavemente.

Ayudé a preparar la cena mientras los otros ponían la mesa. En cuanto todo estuvo listo nos sentamos y dejé a Harrison en mi regazo. Al principio era una situación un tanto rara y no salían temas de conversación pero enseguida Andrew se puso a hablar, en realidad era muy simpático. Mientras nosotros nos íbamos conociendo el pequeño no paraba quieto, quería agarrar todo lo que le quedaba a su alcance y hasta cogió una aceituna de mi plato, pero evidentemente se la quitamos antes de que pudiera llegar a su boquita. Finalmente le dimos la parte final de una barra de pan para que la mordiera y así tuviera algo con lo que entretenerse. Al parecer Andrew era tres años más joven que mi madre, estaba divorciado y tenía una hija.

Estuvimos una media hora más hablando después de terminarnos la comida pero se estaba haciendo tarde así que nos despedimos y nos marchamos a casa.

 Patch cogió a Harrison que se había quedado dormido durante el trayecto y lo dejó en su cuna con cuidado de no despertarlo. Entré en la habitación tras él y se me quedó mirando.

- Oye, me debes una, cuando te has ido a la cocina me has dejado a solas con el novio de tu madre.- me reprochó.

- Según ella no son novios. Bueno, por el momento. Siento haberte dejado a solas con él pero tenía que aclarar unas cosas.

- Nora… ¿estás bien? Quiero decir, ¿te molesta que tu madre esté intentando algo con un hombre?- preguntó con un tono de preocupación mientras se acercaba a mí y me depositaba un beso en la frente.

- Por un lado me siento mal, porque para mí nadie podrá remplazar el sitio de mi padre, pero también la entiendo. Tiene derecho a rehacer su vida y por lo que he visto hoy creo que Andrew podría hacerla feliz.- quería seguir hablando pero el sonido de mi móvil me lo impidió. Vi que era mi madre y descolgué enseguida.

- ¿Mamá? ¿Está todo bien?- pregunté extrañada por su llamada.

- Sí, sólo que quería hablar de lo que ha pasado hoy. ¿Te ha sentado mal lo de Andrew? ¿Estás enfadada?

- No, más bien sorprendida. Lo único que me molesta es que no me dijeras nada antes y si no fuera porque lo hemos encontrado allí vete a saber tú cuando nos lo habrías contado, ¿Por qué no nos lo contaste?

- Tenía miedo de tu reacción, además quería esperar unos días más para asegurarme de que lo nuestro podría llegar a algo serio. Lo siento.- parecía arrepentida de verdad.

- No pasa nada. Mamá yo sólo quiero verte feliz y si ese hombre consigue que lo seas pues no veo ningún problema.

Seguimos hablando dos minutos más pero enseguida cortamos la llamada ya que era tarde y sólo tenía ganas de meterme en la cama.

                  ***

Desperté por unos ruidos providentes del piso de abajo, me puse mis zapatillas y bajé. Patch estaba en la cocina y la encimera estaba llena de cosas. Me acerqué a él y cuando me vio no puso su sonrisa habitual.

- Ya me has estropeado la sorpresa- gruñó por lo bajo.

- Tan temprano y ya te estás quejando. ¿De qué sorpresa hablas?- pregunté con incertidumbre.

- Quería prepararte el desayuno y llevártelo a la cama.- lo miré asombrada.

- Bueno pues si quieres me vuelvo a la cama, no hay problema.

- Ahora ya no tiene gracia. Quizá otro día.- dijo un poco molesto porque le había chafado el plan pero en cuanto me acerqué y le di un beso todo resto de enfado desapareció.

- ¿Dónde está Harrison?

- Lo he dejado en la manta del salón con sus juguetes.- salí de la cocina en busca del pequeño pero cuando llegué a la puerta me paré en seco. No estaba en la manta, estaba sentado tranquilamente frente la televisión.

- ¡Patch!- lo llamé- ¿porqué lo dejas tan cerca de la tele? Le van a doler los ojos.- mientras hablaba él llegó a mi lado con un biberón en las manos.

- Nora… Te juro que yo no lo dejé allí, ya te dije que lo senté en su manta.- dijo él igual o más confuso que yo. El pequeño despegó la mirada de la pantalla por un momento y la clavó en nosotros. Seguramente se percató de lo que su padre sostenía porque se le dibujó una sonrisa en la cara.

- Entonces… ¿nuestro niño ha gateado y no lo hemos visto? ¿Cómo es posible?- pregunté alarmada y enfadada conmigo misma por no haber presenciado ese momento. Observé a nuestro hijo que ahora tenía la vista fija en el biberón y sin previo aviso gateó los pocos metros que lo separaban de su padre. En cuanto llegó levantó sus manitas para que lo cogiera y así lo hizo. Los dos nos quedamos mirando impresionados pero Harrison rompió el momento iniciando un llanto que pedía nuestra atención. Patch se sentó con él en el sofá mientras le daba el biberón y yo los miraba fascinada.

 ¿Qué más podía pedir? Tenía los dos hombres de mi vida conmigo y eso era más que suficiente. 

¡Hola! Primero de todo muchas gracias por leer :3 Y segundo, por si alguien se lo pregunta, aún no es el final. El día que escriba el último capítulo os avisaré.

7 años después de finale (saga hush hush)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora