capítulo 6

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En cuanto lo tuve entre mis brazos supe que todo el dolor que había pasado había merecido la pena. Sin duda, la imagen de Patch y Harrison juntos encabezan mi lista de momentos bonitos. Más tarde llegaron mi madre, Vee y Scott que no se ponían de acuerdo cuando les preguntamos a quién se parecía. Mi madre obviamente decía que se parecía a mí, Vee por otro lado decía que era clavado a Patch y Scott opinaba que no se parecía a ninguno de los dos. Desde mi punto de vista creo que en lo único que se parecía a mí era en el color de los ojos, en los otros rasgos tenía más parecido con Patch.

             * * *

 Estaba en mitad de un sueño cuando oí el llanto de Harrison. Miré el pequeño reloj que se encontraba en la mesita de noche y deduje que aún no había amanecido. El día anterior no había estado quieta en todo el día y me moría de sueño así que opté por llamar la atención de Patch.

- Patch.- lo llamé en un susurro mientras movía su hombro suavemente.

- ¿Mmmm?- contestó en un murmuro.

- Ve a ver qué le pasa a Harrison. No sé qué tiene hoy pero no para de llorar y yo fui la última vez, te toca.

- Shhhh.- el llanto parecía haber cesado.- ya se ha…- volvió a empezar con más fuerza.

- Déjalo ya voy yo.

Llegué a su cuna y lo cogí en brazos. Me miró con sus ojitos y pensé que me iba a derretir de tanta ternura que desprendía. No parecía que se fuera a dormir de nuevo así que bajé con él a la cocina y me tomé un vaso de agua. Después de un rato acunándolo entre mis brazos estaba más relajado e intenté ponerlo de nuevo en su cuna, pero cuando lo dejé empezó a llorar otra vez. Finalmente, luego de dos intentos más, conseguí que se quedara dormido.

Oí una voz que me parecía de lo más lejana, pero poco a poco mientras me iba despertando supe que era Patch hablándole al pequeño. Me levanté de la cama y me acerqué hasta ellos dándoles un beso a cada uno.

- Buenos días, Ángel.- me dijo y luego me miró con atención.- no tienes muy buena cara.

- ¿Por qué será? Ah, sí. Ayer cuando alguien estaba descansando plácidamente yo estaba intentado que este bichito de aquí- toqué la nariz de Harrison- se durmiera de nuevo.

Vi que Patch abría la boca para decir algo pero se lo pensó mejor y se limitó a sonreír.

                    ***

- Me voy a comprar, no tardo.- le dije a Patch mientras colocaba a nuestro pequeño en sus brazos.

- Vale, no te preocupes por nosotros, estaremos bien.- me respondió antes de darme un beso. La verdad es que era la primera vez que se quedaba en casa a solas con el pequeño. Bueno, en realidad la segunda pero la primera vez cuando me fui Harrison estaba dormido en nuestra cama y cuando llegué estaba igual, solo que Patch estaba de la misma forma a su lado.

Subí al coche y me dirigí al supermercado más cercano. Estaba saliendo del coche cuando recibí una llamada, miré y vi que era de Patch.

- ¿Patch? ¿Qué ha pasado?

- Nada… Bueno, creo que Harrison tiene hambre y no encuentro la leche en polvo.

- Eres un desastre. Antes de irme te dije que estaba en el primer cajón del estante que hay debajo de la encimera.

- Oh, es verdad. Bueno te dejo que se está enfadando, te quiero.- me dijo tan rápido que casi no lo entendí, colgué y me reí divertida al imaginarme la situación.

Compré todo lo necesario y volví a casa. Cuando pasé la puerta de entrada me di cuenta que Vee estaba sentada en el sofá con Harrison en su regazo.

- ¡Hola! No te esperaba aquí. ¿Qué pasa? ¿El niño no paraba de llorar y Patch te ha llamado en busca de ayuda?- le pregunté.

- Mírala, por fin llegas. ¿Eh? No. ¿Por qué dices eso? He venido porque ya echaba de menos a este pequeño que por cierto cada día está más grande.

- Lo decía porque me he ido y no llevaba más de cinco minutos fuera que ya me ha llamado diciendo que no encontraba algo. Por cierto, ¿dónde está?

- En el jardín, jugando con Scott.- iba a decir algo cuando Harrison balbuceó algo ininteligible.- ¿Mamá no te dice nada?- dijo Vee dirigiéndose al pequeño pero mirándome a mí. Me acerqué a ellos y lo cogí con cuidado, su cara pareció cambiar a mejor.

Después de un rato hablando con ella de Harrison y de las cosas nuevas que poco a poco iba aprendiendo entraron los dos chicos que se sorprendieron al ver que ya había llegado. De pronto el llanto del pequeño de la casa nos avisó de que volvía a tener hambre y Scott se ofreció para ayudarme a preparar el biberón, una vez hecho quiso dárselo él mismo y su madre lo ayudó a hacerlo. Los dos pequeños se quedaron dormidos y nosotros seguimos hablando. Vee nos contó que la semana viniente vendría Gavin y se quedaría unas semanas ya que le habían dado vacaciones en el trabajo y sobretodo nos pidió que no se lo dijéramos a Scott porque quería que fuera una sorpresa. El resto de la tarde fue simplemente genial.

7 años después de finale (saga hush hush)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora