Narra Nora
Estaba preparando el desayuno cuando oí como Alice y Harrison entraban en la cocina, éste último dándole leves empujones a su hermana para molestarla.
- Buenos días- dije ya que ellos ni siquiera se habían dignado a saludar, pero ante mi gesto solo recibí un gruñido y un leve movimiento de cabeza por su parte.- ¿Tienes algún examen esta semana?- pregunté dirigiéndome a Harrison mientras colocaba un bol de leche a su alcance.
- Sí, hoy tengo uno- contestó con indiferencia mientras se rascaba ligeramente la nuca y esperaba a que su hermana le devolviera la caja de cereales.
- ¿De qué?- insistí queriendo recibir un poco más de información por su parte.
- Biología- respondió de mala gana con la boca llena y decidí no preguntar más.
- ¿He oído biología por aquí?- preguntó Patch entrando en la cocina con Sarah en brazos- esa era mi asignatura favorita en el instituto, el único problema es que no prestaba demasiada atención en las clases ya que mi mente estaba ocupada pensando en otras cosas, o mejor dicho, personas.
Sonreí al instante recordando la primera vez que lo vi, en esa aburrida clase de biología, cuando la idea de cambiarnos el compañero de mesa que había tenido el profesor me había parecido de lo peor, pero que ahora estaba totalmente agradecida por eso.
Al notar unos suaves labios encima de los míos disipé los recuerdos de mi mente para abandonarme a esa sensación que aunque ya me era familiar, no parecía cansarme nunca. Me separé cuando noté una pequeña mano encima de mi nariz, había olvidado que no le gustaba nada ver a sus padres tan cerca. Tomé a Sarah en brazos dejando salir una pequeña risa mientras que Patch soltaba alguna que otra mala palabra por la interrupción.
Narra Harrison
Después de terminar de desayunar y lavarme los dientes, vi que James estaba esperándome fuera para ir hasta el colegio así que salí de casa no sin antes gritar desde la puerta para indicar que ya me iba.
- ¿Has hablado ya con Leah?- preguntó apenas entré en el auto. La noche anterior necesitaba distraerme, así que lo llamé para hablar de cosas insignificantes, pero enseguida se dio cuenta de que me pasaba algo y terminé por contarle que había, para así llamarlo, discutido con Leah. Evidentemente, no le conté los verdaderos motivos de la discusión ya que él aún no sabía nada acerca de esos extraños poderes que poseía y aún no creía que fuera el momento adecuado para contárselo.
- No. Prometió llamarme ayer y pensé que lo haría, pero he dormido con el móvil sin silenciar y no he recibido ninguna señal por su parte.
- Tranquilo, ya se le pasará, según me dijiste se enfadó por una tontería así que no creo que le dure mucho el enojo.- ojalá tuviera razón y así fuese, pero estaba empezando a creer que fue un gran error haber compartido el secreto.
***
La amargada profesora de biología entró por la puerta diez minutos tarde, ignorando que teníamos examen y que por su culpa a lo mejor no tendríamos tiempo de terminarlo.
Cuando tuve el examen encima de la mesa y hube hecho una primera lectura, me tranquilicé viendo que más o menos me lo sabía todo, pero antes de empezar eché un vistazo rápido a mi derecha donde una Leah con cara de pocos amigos miraba la hoja que tenía delante con cara de preocupación. Intenté ignorarla y empezar a rellenar mi examen, pero tal como suponía fue una tarea imposible.
Pasando por alto que seguramente su enojo aumentaría al usar mis poderes sin su consentimiento, le hablé mentalmente para chivarle algunas respuestas. Al oír mi voz dentro de su cabeza se giró asustada y susurró algo que no llegué a comprender. La profesora, que tenía una vista de lince para cosas de ese tipo enseguida se dio cuenta de nuestra "conversación".
- ¿Hay algún problema por ahí o es que tienen ganas de saber su nota ahora mismo?- esa era su frase estrella, si le replicabas preguntándole que quería decir con eso de saber tu nota ahora mismo te decía que le entregases el examen y tu puntuación era un cero. Así que no tuvimos otro remedio que dejar de banda la conversación pendiente y hacer el resto del examen en riguroso silencio.
***
El ruido que hacía el timbre para indicar el inicio del recreo pareció música celestial para mis oídos.
Cuando terminamos el examen de biología Leah y yo teníamos clases distintas, así que no tuve oportunidad de hablar con ella.
Salí rápidamente de la clase de informática para dirigirme a los bancos situados al final del pequeño jardín del colegio, donde mi grupo de amigos solía sentarse, para encontrarme con ella y arreglar las cosas de una vez por todas.
- ¿Dónde está Leah?- le pregunté a Kate, una de sus amigas.
- Me ha dicho que se iba a la enfermería, no se encontraba demasiado bien y quería un justificante para poder irse a casa.
- Gracias.- le grité mientras empezaba a andar a paso rápido hacia el interior del colegio en busca de Leah. La conocía demasiado bien para saber que en realidad no se encontraba mal y sólo estaba buscando una excusa para no tener que afrontar la incómoda situación después de no haber cumplido su palabra la noche anterior.
- Te tengo.- le dije agarrándola suavemente del brazo antes de que llegara a tocar la puerta que llevaba a la enfermería.
- Suéltame- exigió girándose hacia mí pero sin mirarme directamente a los ojos.
- No.- respondí más secamente de lo que pretendía- Leah, tenemos que hablar.- esta vez conseguí que la voz me saliera más calmada.
No dijo nada pero dejó de ejercer fuerza para intentar soltarse así que lo interpreté como una señal positiva y la arrastré hacia un lugar donde tuviéramos un poco más de intimidad.
-¿Y bien?- preguntó ahora sí mirándome fijamente.
- Lo siento ¿vale?, sólo quería ayudarte y además sentía que tenía que compartirlo contigo ya que entre nosotros nunca ha habido secretos.- me sinceré completamente.
Se quedó un rato en silencio hasta que al fin habló.
- Soy yo la que tiene que disculparse, me he enojado como una niña pequeña pero después de que me lo contaras miles de preguntas invadieron mi mente. Primero me pregunté desde cuando sabes que tienes ese don, y la que más me preocupaba era que si podías meterte en la mente de las personas, ¿por qué no ibas a poder descubrir lo que pensaban éstas?- expresó ella mientras se removía un poco inquieta en su sitio.
- Te lo iba a explicar todo más detalladamente pero te fuiste y no he tenido la oportunidad de hacerlo.
- Lo siento...- volvió a repetir.
- No es tu culpa, a lo mejor si la situación fuera al revés yo aún estaría enojado y sin ganas de volver a hablarte, sabes que puedo llegar a ser muy infantil. Y por cierto, también tengo que disculparme yo, supongo que necesitabas tu espacio para pensar, pero no soporto estar lejos de ti.- le respondí con una sonrisa intentando hacerla sentir mejor.
- ¿Entonces, todo bien?- preguntó con un tono dudoso.
- Todo bien.- contesté mientras la atraía hacia mí para envolverla en un abrazo.
___________________________________________________
HOLA :D
Bueno la verdad es que me gustaría haber actualizado antes, pero estoy hasta el cuello de exámenes y no tengo ni vida social (si alguna vez llego a ser presidente juro que no habrán exámenes y, ya que estamos, deberes tampoco, así que ya sabéis votadme xd).
He estado escribiendo este capítulo cuando debería estar estudiando para mi examen de historia, pero bueno, ya echaba de menos leer vuestros comentarios. Sé que es un capítulo un poco aburridillo pero, ¿más vale esto que nada, no?
Por cierto, aunque ésta segunda parte de la historia el protagonismo lo tenga Harrison voy a intentar que algunas partes sean narradas por Patch o Nora ya que no quiero dejar de banda a su historia.
Y creo que nada más, nos vamos leyendo. (Eso sí... lo siento si me tardo un poco)
Muchísimas gracias por leer :3
ESTÁS LEYENDO
7 años después de finale (saga hush hush)
Fiksi PenggemarDespués de todas las dificultades que han pasado, Patch y Nora pueden disfrutar al fin de su nueva vida juntos. Portada de @Maky_32