El Precio de La Fama - Christopher Vélez

«seis»

Los ojos de Christopher examinan cada milímetro del cuerpo de Sofia, nota que todavía sigue igual que hace tres años. Los lunares en su clavícula y cuello que combinan con el color de su piel a la perfección. Los hoyuelos que se forman en sus mejillas cuando sonríe, hasta usa el mismo perfume que embriaga cada uno de sus sentidos.

Lo único diferente es que ahora utiliza el cabello largo, pero todo lo demás está intacto. Apuesta que todavía duerme con una camisa dos tallas más grandes que la de ella, bragas y calcetines. Pone el cereal antes que la leche en su tazón para que no se haga aguado...

—Christopher. —Zabdiel lo saca de sus pensamientos. —Ella es Sofia. —

—Oh sí. —él sacude su cabeza. —Hola Sofia. —toma su mano, acariciando sus nudillos.

—Mucho gusto en conocerte. —le dice la chica con quien él tuvo su primer beso, la única persona que lo conoce tal y como él es, la única persona que él le ha dicho "Te amo".

Y ella simplemente no lo reconoce.

—¿Ustedes se conocen? —Sebastián pregunta, haciendo que Christopher suelte su mano.

—¿Cómo se te ocurre Sebastián? —Sofia lo vuelve a ver con ojos de amor, acercándose más a él. —Él es Christopher Vélez, integrante de la banda más grande del planeta. —

Esas palabras son como cuchillos enterrándose en el pecho de Christopher. Ella lo está diciendo con una sonrisa, pero puede notar el odio en su tono.

—Sofia. —la voz de Yerdani lo saca de sus pensamientos, está sorprendida de verla aquí. —Oh mierda. —ella susurra por lo bajo, tragando el nudo que se forma en su garganta.

—Hola Yerdani. —Christopher la saluda con una sonrisa en sus labios.

—Hola Christopher. —ella le devuelve el saludo como si nada. —Hay que irnos ya. —la castaña vuelve a ver a la pelinegra. —Es hora que subas al escenario. —

—¿Cantarás? —él pregunta sorprendido y orgulloso a la misma vez.

—Por su puesto. —Sebastián la acerca más por su cintura. —Te dije que ella es una de las mejores cantantes que he conocido en mi vida y quedaran sorprendidos al escucharla. —

Christopher está que arde de celos, como se atreve este imbécil a toquetear a su mujer de esa manera. Le quiere arrancar las manos de encima, lavarla con jabón y agua caliente hasta que no haya rastros de sus caricias.

—Le estás hablando a la banda más exitosa del mundo. —ella le recuerda, mirándolo a los ojos. —No creo que sea tan fácil de sorprenderlos. —

—Estoy ansioso por escucharte cantar. —Joel interviene, todos ellos sienten la tensión, pero ninguno tiene el valor de decir algo.

—Muchas gracias. —ella susurra, ignorando a Christopher completamente. —Significa mucho viniendo de ustedes. —

—¿Escribes tus propias canciones? —pregunta Zabdiel, tratando de seguir la conversación.

—Si. —asienta con la cabeza. —escritora-cantautora. —

—Ella es todo un prodigio de la música. —Sebastián dice en un tono orgulloso.

—Ya nos tenemos que ir. —Yerdani les recuerda.

—Nos vemos después chicos y fue un gusto en conocerlos. —Sofia se despide de ellos y camina junto a Sebastián para el escenario improvisado.

Con manos temblorosas Sofia toma el micrófono que Yerdani le da, le sonríe sabiendo que lo que acaba de pasar no es nada fácil para ella.