«veinticuatro»

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Cuándo Sofia se despierta sus fosas nasales son inundadas con un aroma familiar. Una sonrisa boba se forma en sus labios, contra la piel lechosa del castaño. Hunde su rostro más en su pecho, queriéndose quedar así para siempre.

—Buenos días, Sof. —Christopher dice en voz ronca, haciéndola temblar.

—Buenos días, Chris. —la pelinegra lo vuelve a ver a través de sus pestañas.

—Yerdani dijo que tenías que ir al estudio hoy. —acaricia su cabello.

—Sí, pero más tarde. —se acurruca más contra él. —por ahora me quiero quedar aquí... —su estómago hace un ruido atroz.

—Al parecer tu estómago no piensa lo mismo. —él dice entre risitas.

—Hmm... —ella susurra contra su piel. —¿quieres desayunar conmigo? —

—Eso me encantaría. —Christopher deja un beso en su frente antes de levantarse de la pequeña cama.

Unos segundos después Sofia se levanta también, poniéndose una camisa grande. Camina al baño para lavarse la cara y los dientes, maldiciendo cuando nota que todavía tenía el poco maquillaje de anoche. Hace su rutina matutina y sale para la cocina en donde el castaño está buscando cosas en los gabinetes.

—Hm. —la mira con una sonrisa en sus labios. —¿dónde .... —

—Sal de allí, yo prepararé el desayuno. —Sofia lo saca de la cocina, aunque él le roba un beso mientras pasa por su lado.

Yerdani llega al apartamento 10 minutos después, haciendo mucho ruido para asegurarse que ellos sepan que está allí por si todavía están haciendo cositas. La castaña frunce el ceño al verlos en la cocina, Christopher inclinado en la isla y Sofia dándole un pedazo de tocino.

—Buenos días. —ella saluda.

—Buenos días, Yerdani. —Christopher la saluda con una sonrisa en sus labios.

—Hola Yerdani. —se da la vuelta para darle vuelta al pan tostado. —¿te quedaras a comer? —

Christopher niega con la cabeza, haciendo una mueca chistosa. Yerdani cubre su boca para no reírse.

—No parce, los Joerick quieren que pase el día con ellos. —

Sofia la vuelve a ver con los ojos entrecerrados, no creyéndole en lo absoluto.

—Deja de molestar a los Joerick parce, me arruinas el ship. —

—Entonces me voy con Richard. —se encoge de hombros, caminando para la habitación. —uy, sí que se divirtieron anoche. —

Los colores se desvanecen del rostro de la pelinegra, casi ahogándose con su propia saliva. Yerdani sale del apartamento antes que Sofia pueda reaccionar y decir algo.

—Te amo, Sof. —Christopher dice, haciendo que deje de servir el desayuno en el plato, su sangre corriendo a mil por segundo en sus venas, sintiéndose pesada.

Sofia deja el plato en la mesa, sin dejarlo de ver. En cuestión de segundos está al lado de él.

—Así que hablaremos de las cosas serias antes del desayuno, ¿eh? —

Christopher sabe cómo se siente Sofia con respecto a él, sabe que lo ama, pero también sabe que no le dirá eso así de rápido como él se lo dijo y eso hace un hueco en su corazón.

—Solo quiero que lo sepas. —se encoge de hombros, bajando la mirada.

—Lo dijiste ayer también. —ella recalca y por unos segundos él entra en pánico ya que no puede leer sus expresiones o adivinar sus pensamientos. —que estabas enamorado de mí. —

El Precio de La Fama - Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora