Sin Darme Cuenta (NEJIxTENTEN)

CAPÍTULO 1: El Señor Feudal

Una muchacha de cabellos castaños y ojos chocolates yacía en el piso derrotada, con la ropa sucia y algunas lesiones proliferadas por la pelea que acababa de terminar ya hace unos minutos. Estaba agotada, demasiado, tanto que le costaba recobrar el aliento.
Había sido derrotada y se sentía con el orgullo dañado, no podía perdonarse el haber perdido y peor de esa manera. Estaba disgustada consigo misma y con el hecho de no ser lo suficientemente fuerte para salir victoriosa.

Tenten era el único miembro femenino del equipo Gay y la más excelente maestra de armas de la aldea de Konoha, por no decir la mejor del mundo. Su desempeñó en este ámbito era exquisito, tenía una puntería única difícil de superar por cualquier humano sobre la tierra.
A sus cortos 19 años había logrado ser reconocida por su talento en todo el mundo shinobi, y eso se lo debía a su incanzable dedicación y sacrificio en cada entrenamiento, además de la pasión que le dedicaba al uso de sus armas. Ella era buena, pero se había dedicado tanto tiempo en mejorar y perfeccionar cada ataque y cada movimiento de sus armas que había descuidado todo lo demás con respecto a sus habilidades como ninja, punto que constantemente sus compañeros y su maestro se encargaban de recordarle.

- Si en verdad pretendes ser la mejor kunoichi del mundo deberías dedicarle menos tiempo a las armas y poner más atención a tu taijutsu-. El comentario frío pero sincero de uno de sus compañeros la despertó de sus pensamientos. Ella estaba en el suelo del campo de entrenamiento al que solía ir con su equipo.

Entre abrió sus ojos que por los rayos del sol habían permanecido cerrados desde que se tumbó. Aún tenía agitada la respiración y las palabras no se atrevían a salir de su boca ya que los jadeos no se lo permitían.

- Levantate. Hemos terminado por hoy.- Le ordenó la misma voz profunda de hace un momento.

La muchacha a duras penas se sentó. El sudor caía por su rostro cansado y sus cabellos lucían desaliñados. Levantó la mirada y se topó con aquel perfil tan familiar que le extendia la mano para ayudarle a levantarse. Lo miró con el ceño fruncido , realmente estaba muy agotada y a la vez enojada , supuestamente por causa de su compañero. Rechazó la intención de ayuda que mostró su amigo y volteó la mirada, no se sentía con ánimos de verle ni mucho menos de aceptar cualquier cosa que venga de él. Se levantó por si misma aún estando adolorida, sus piernas temblaban y sus pies ardían. Sacudió sus ropas del polvo y las acomodó, se dirigió hacia donde había dejado su bolso y sacó de ahí una botella con agua, la necesitaba para recuperarse lo más completamente posible. Después de beber casi todo el contenido se dispuso a hablar.
- Si...- suspiró -Ya es suficiente.

Había luchado con su compañero durante 3 horas y media consecutivas, sin descanso. Esta ocasión fue un entrenamiento mucho más largo y duro que de costumbre, su amigo se había empeñado en demostrarle sus deficiencias y enseñarle que para ser un ninja completo debe esforzarse por igual en las diferentes habilidades. Tenten había sido derrotada por su compañero, que, aprovechando su gran dominio de taijutsu, dio el toque final a la batalla.

-Aunque no fue justo- replicó Tenten mientras secaba su sudor con una toalla.- Sabes que no soy buena en esto y te aprovechaste... la próxima vez seré yo quien te venza Neji Hyuga.
El muchacho de largos cabellos azabaches la miró y la examinó; Tenten verdaderamente lucía fatal. Consideró por un momento que la forma de darle una lección a su compañera por no mejorar su taijutsu no fue la correcta, tal ves se le pasó un poco la mano pero consideraba que si ella no ponía de su parte para mejorar sus debilidades, cualquier enemigo se aprovecharía de eso.

Neji Hyuga, el genio de su clan, era un muchacho de tez blanca, alto y de cabellos muy largos y azabaches; tenía un porte serio y frío al que tenía acostumbrado a todos sus allegados. Neji casi nunca se tomaba la molestia de ayudar a otros. Prefería ayudarse a si mismo, mejorar y superarse a sí mismo. Solía entrenar con Tenten, quien resultaba ser una gran rival después de todo, pero para que esten de igual a igual necesitaba luchar con alguien que, a comparación de él, sea muy bueno en las luchas mano a mano; por ello que decidió presionar a su compañera a mejorar, mientras él aprovechaba el maravilloso dominio de armas ninja de la castaña para volverse más habilidoso al ataque de estas.
- Sabes que no fue así. No me culpes de tus deficiencias- agregó el muchacho muy serio.
- No te culpo, se que no soy muy buena en el taijutsu y tu lo sabes muy bien- contestó Tenten mientras acomodaba sus pertenencias - Pero eso no te da derecho de aprovecharte de mis debilidades para atacarme con tu esa técnica nueva que acabas de desarrollar.
Neji la miró con algo de altivez mientras se acercaba a ella, también lucía agotado por la batalla pues su rival no fue para nada fácil.
Justo al lado de la castaña había un roble frondoso que proyectaba una deliciosa y fresca sombra, perfecta para sobre llevar el intenso calor del verano; el muchacho fue dispuesto a aprovechar de dicho espacio para descansar. Tenten al verlo sentarse bajo el árbol se animó por imitarle y se colocó justo al lado de su compañero.
- Voy a mejorar... te lo prometo.- la muchacha le sonrió siendo correspondida con una mueca que simulaba ser también una sonrisa, gesto muy del estilo del Hyuga.
Ambos quedaron en silencio, los dos jovenes reposaban sus espaldas en el tronco del arbol mientras aspiraban el maravilloso aroma de la hierba. Aquellos momentos resultaban ser tan complacientes para los dos que no les molestaba el hecho de no emitir ni una sola palabra por un largo rato. Sólo con Tenten, Neji podía sentir una sensación de comodidad ante esa situación y lo mismo le pasaba a Tenten, ambos jóvenes habían logrado desarrollar una especie de placer por esos momentos de silencio que les otorgaba su gran amistad. Se conocían tan bien que no necesitaban pronunciar alguna palabra para entenderse, el sólo hecho de permanecer en silencio les permitia disfrutar de la paz que les brindaba esos escasos instantes que sus vidas de ninja les permitía.

- ¡Tenten,Neji¡

Un grito a lo lejos los despertó de sus pensamientos. Un muchacho de peculiar traje verde y cejas pobladas venia corriendo hacia ellos, era Rock Lee, el mejor amigo de ambos y tercer miembro del equipo. Traía consigo un papel con algo impreso, era un anuncio que se venía propagando en toda la aldea.
Molesta con lo que ocurría, Tenten abrió los ojos, los cuales  habían permanecido cerrados desde que se tumbó a descansar, y visualizó a Lee.
- ¿Que sucede?¿ qué traes ahí?- preguntó la castaña con curiosidad a lo que su amigo y compañero le extendió la mano.
- Miren quien viene a la aldea... toma, lee lo que dice- le dijo Lee con una extrema alegría por la noticia.
Tenten recibió el papel y empezó a leer:

"Bienvenida al Señor Feudal a celebrarse hoy a las 19 horas. Se invita a todos los habitantes de la aldea a compartir dicho acontecimiento y así darle una acogida agradable a nuestra máxima autoridad".

La castaña se extraño y Neji suspiró con indiferencia como si ese tema no le importara en lo más mínimo.
-¿ y eso es razón para alegrarse? Es una persona cualquiera-. Neji agregó a la conversación su desinterés y con afán de seguir descansando se acomodó en el roble con los brazos cruzados.
- Es el Señor Feudal, Neji. Y sí, es muy importante- le replicó Tenten con un tono que parecía más una llamada de atención.
El Hyuga cerró los ojos y se recostó en el árbol con total indiferencia.
- Habrá una fiesta- agregó el muchacho de grandes cejas - y mucha comida, músicos y chicas bonitas- . Lee estaba muy entusiasmado y cada evento de la misma clase le emocionaba, últimamente se había tomado enserio el hecho de buscar una pareja ya que la mayoría de sus amigos y conocidos tenía una, a excepción de sus 2 amigos que veian en el ejercicio de entrenar un buen pasatiempo para divertirse.

- ¿Piensan ir chicos?
Tenten miró una vez más el anuncio y se puso a pensar. Esas cosas no eran para ella, pero si quiera una vez en su vida el disfrutar de ciertas banalidades no le caería mal.
Por el contrario, en la mente de Neji no se asomaba ni la más remota idea de asistir a dicho acontecimiento.
- No lo sé...- dudo la castaña - pensaba descansar, hoy fue un día muy duro- continuó mirando a Neji dando a entender que su dia difícil se debió al entrenamiento con el Hyuga.
- !Vamos Tenten, nos divertiremos mucho¡ Todos los demás tambien irán- dijo Lee en un intento de convencer a su amiga.
- Antes de todo...- Tenten se puso de pie y dio unos estiramientos - Quisiera ir casa a tomar una ducha, comer algo y descansar... después decidiré si voy o no.
- ¿ y tú Nej...- Rock Lee no estaba por terminar su frase cuando el Hyuga lo interrumpió.
- No cuenten conmigo para eso-. Neji se puso de pie y sin decir más enrrumbó su camino.
Los dos chicos se quedaron mirando como el ojiperla se alejaba. No dijeron más pues ya conocían el carácter de su compañero.
Lee y Tenten se despidieron dirigiéndose cada uno a sus casas.

El centro de la aldea se había vuelto un loquerio con los preparativos. Había banderolas, faroles de papel, carteles y demás alusivos al invitado por llegar. La gente estaba muy entusiasmada con la llegada de tan célebre personaje que no veían la hora de tenerlo frente a sus ojos.

El Hokage de la aldea, Hatake Kakashi, supervisada personalmente cada detalle pues todo tenía que salir perfectamente como lo planeado.
La hora de la gran celebración se acercaba y los aldeanos y ninjas lucían ansiosos preguntándose a que hora llegaría tan grande señor que visitaría su aldea.
Una comitiva de hombres y mujeres, todos con vestimentas oscuras se acercaba a la entrada de la aldea, donde muchos aldeanos con banderines en mano, se habían reunido formando una especie de camino por donde el invitado podría pasar. Cuatro hombres cargaban un lujoso palanquin de finos bordados y cortinas de terciopelo, una madera finamente tallada con asombrosos detalles que hacían notar que no se trataba de cualquier persona, ademas que en la parte superior tenía el símbolo del País del Fuego.
Detuvieron dicho transporte y una mujer de la misma comitiva se acercó a abrir una de las cortinas mientras hacía una reverencia, los demás miembros también le imitaron cuando poco a poco la persona dentro del palanquin comenzaba a asomarse.
La algarabía de los aldeanos no se hizo esperar y llenos de alegría con gritos de júbilo recibieron a su gran invitado, la persona que llegaría a la aldea no solo de visita, sino a negociar ciertas cosas con el hokage y con el clan mas prestigioso y poderoso de la aldea, el clan Hyuga. El Señor Feudal del País del Fuego había llegado con intenciones claras que involucraba al genio Hyuga, aunque Neji desconocía por completo los motivos de su visita.