¿Qué había ocurrido?
El niño repasó las posibilidades:
¿La niña había resuelto absolutamente todas las preguntas? Volvió a presionar rápidamente el botón de siguiente página y pudo ver que había más de 50 preguntas, y seguían saliendo más. Consideró que era difícil que eso haya ocurrido.
¿La niña llegó a la pregunta 20 y creyó que eso era todo? Luego de lo ocurrido antes del concurso dudaba que la niña dejara pasar el detalle. Ella no era como los demás, es más, estaba pensando seriamente que ella era como él, lo cual por alguna razón que no podía explicar, le causaba una sensación agradable. Descartó esa posibilidad.
¿La niña se rindió? Imposible. Iba sonriente.
¿La niña pensó que ya nadie va a responder las siguientes preguntas y está jugando con sus mentes llevándose el puntaje por tiempo? ... ¡Eso tenía que ser, por supuesto! El niño ya estaba empezando a considerarla igual que él... ¿Entonces, no podría jugar de la misma forma?
Decidió entonces que no podía dejarse vencer por su propia jugada. Tomó el stylus y empezó a responder todas las preguntas que pudo.
Tiempo después, él también salía del salón. Con una mano en la cabeza porque le dolía mucho. Había contestado todas las preguntas que había podido, ya ni siquiera había prestado atención a la numeración, pero consideró que si su cabeza ya estaba doliendo y su mente definitivamente no daba para más, entonces nadie iba a llegar más lejos.
Estaba tan centrado en su idea de derrotar a la niña que no se dio cuenta que los demás participantes seguían anclados a sus asientos, mirando fijamente sus pantallas.
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La noche en la que el monstruo lloró
Mystère / ThrillerUn concurso entre escuelas. Los niños que han llegado a la final están habituados a pensar mucho, a analizar todo. Un niño empieza a aburrirse y una niña empieza a sospechar. Y les toca enfrentarse.