El niño estaba en el patio desde que recibió el trofeo. Lo tenía en la mochila junto con lo que realmente le interesaba: el cheque con el dinero del premio. Todavía faltaba casi una hora hasta que llegaran sus padres a recogerlo, no pensaba ir solo por la calle con ese cheque en la mochila. Pero mientras tanto prefería estar solo afuera que con la multitud ahí adentro. Además ya sabía lo que ocurría en estos casos, todos iban a acercarse a preguntarle las mismas cosas. Estaba harto.
Y entonces vio salir lentamente, como un fantasma, a la niña.
- ¡Oye! ¡Pensé que ya te habías ido a casa!
Era una mentira, la había visto en la fiesta y la puerta de salida estaba al otro lado del patio, pero no se le ocurrió otra forma de iniciar la conversación.
- Mira, no sé cómo decirte esto. Nunca me he enfrentado a alguien como tú, eres genial.
- No te burles...
El niño se dio cuenta que la derrota había golpeado fuerte a la niña, y que él no sabía qué hacer en una situación así. Decidió intentarlo de todos modos.
- ¿Sabes? Ese final estuvo para cualquiera. Pudiste haber ganado tú y todo sería igual.
- No, no pude, ¿Qué fueron esas últimas preguntas? ¡No estaban en el balotario! ¡No estaban en ninguna parte!
El niño dedujo de esas palabras que la niña era una estudiante metódica, que daba prioridad, y quizá hasta exclusividad, a los temas asignados oficialmente en cada concurso. ¿Quizá ella no era realmente como él? No, eso sólo significaba que ella afrontaba los concursos distinto a él, su naturaleza era otro asunto.
- No, no estaban. Eran preguntas de cultura general. Y bastante oscuras, la verdad
- ¡La segunda sí, pero las otras...! ¿Qué rayos es un parsec, y ese poema...?
- ¿No sabes lo que es un parsec? ¿No has visto el Galactic Overseer? ¡A doscientos parsecs desde aquí, fija el rumbo...!
- El... ¿Me estás diciendo que perdí por no haber visto una serie de televisión para niños?
- Y para niñas también. Pero no, el parsec se usa en astronomía real, es de verdad, sólo que no sé bien cómo se calcula, es con trigonometría, pero nunca he investigado el tema...
La niña ahora estaba confundida. El niño acababa de confirmar que el tema no estaba incluído en el temario del concurso, y que él conocía el tema por una casualidad. Estaba furiosa, quería buscar a quien sea que esté a cargo y pedirle una explicación. O mejor directamente reclamar esa injusticia. Si le hubieran avisado sobre esas preguntas ella tendría la mejor respuesta.
El niño mientras tanto estaba imaginando cómo se vería la niña con el traje espacial de los Overseer, a la vez que intentaba que no se note el entusiasmo que le provocaba la idea.
- Fallé horrible la segunda pregunta, eso sí, hace un mes que inició el concurso y no me tomé el trabajo de leer la lista de auspiciadores. ¡Apuesto que esa sí te la sabías!
- ¡Pues sí, tonto, cómo te vas a olvidar de los...!
La niña entonces se quedó en silencio al darse cuenta de lo que eso significaba, inmediatamente preguntó a gritos.
- ¡Entonces tú resolviste la tercera pregunta! ¡Ese... ¿poema antiguo?! ¡QUÉ. ERA. ESO!
El niño retrocedió un paso y levantó las manos protegiendo su cara. Había algo de divertido en ver a la niña -tan correcta ella cuando la vio por primera vez- perdiendo totalmente el control.
ESTÁS LEYENDO
La noche en la que el monstruo lloró
Mistero / ThrillerUn concurso entre escuelas. Los niños que han llegado a la final están habituados a pensar mucho, a analizar todo. Un niño empieza a aburrirse y una niña empieza a sospechar. Y les toca enfrentarse.