Luego de los discursos y los agradecimientos finales, tocaba el agasajo. Un momento de recreación antes que todos pudieran ir a su casas. La niña sólo quería irse de ahí, pero su padre le dijo que era mejor quedarse hasta el final: perder era normal, huir no.
- Papá, lo siento mucho, yo no pude...
- Lo hiciste bien, llegaste hasta el final.
- ¡Esto no es el final! es un... un...
- Tranquila.
- Pero... y tus sueños, y todo lo que represento como sucesora de tu imperio...
- Ya deja de llamarlo así, y ganes o pierdas no dejas de ser mi hija.
Esa última frase hizo que la niña sienta su alma quebrarse.
Entendió que seguía siendo la sucesora, sólo por ser hija, mas no por ser valiosa.
Hizo una mueca lo más parecida que pudo a una sonrisa y se alejó de su padre, para salir al patio. Necesitaba un rato a solas y su padre no quería irse aún.
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La noche en la que el monstruo lloró
Tajemnica / ThrillerUn concurso entre escuelas. Los niños que han llegado a la final están habituados a pensar mucho, a analizar todo. Un niño empieza a aburrirse y una niña empieza a sospechar. Y les toca enfrentarse.