Hace mucho que no dormía de una manera tan tranquila y cómoda junto a la persona que amaba, pero una sensación extraña la despertó. Abrió ligeramente los ojos lo suficiente para darse cuenta de que J no estaba con ella, se levantó ligeramente cubriéndose con las cobijas y miro a su alrededor, la única pista que tuvo fue la ventana corrediza abierta.
-No puede ser...
Se decidió a buscar entre la casa antes de tener una falsa conclusión, iluminaba ligeramente su alrededor con una pequeña esfera de fuego que flotaba en su mano derecha, procuraba no chocar con nadie ni hacer demasiado ruido, se quedó en la parte baja de las escaleras principales hasta que decidió usar su conexión telepática. No había respuesta, por lo tanto el cazador no estaba dentro de la casa y probablemente estaba muy lejos de ahí, necesitaba ayuda para salir e investigar.
Cuando se dio media vuelta, vio un filo brillante apuntando hacia su cuello, se paralizó del susto hasta que vio el rostro del portador del arma.
-Emma, lo siento...pensé que eras un intruso- Decía Tao-Fei mientras bajaba la daga, la hechicera dio un suspiro de alivio.
-¡Rayos...! No hagas eso...Tao, J no está y no se a donde fue- Dijo con un ligero tono de preocupación.
-¿Qué? ¿No tienes idea de a dónde fue?
-Ni idea, no estaba su ropa, incluso dejó sus armas...a menos que- Instantáneamente pensó en Azoreth, quizás el objeto emanaba una energía que el demonio puso sentir.- Ay no...- Tao-Fei la vio con duda.-...Creo que ya se a donde fue
Caminaba lentamente por el pasillo con sus cinco sentidos activos, no necesitaba el poder de Azoreth para saber que había algo extraño ahí, y era bastante fuerte con cada paso que daba.
-Esto no me está gustando nada... siento que en cualquier momento alguien podría rebanarme el cuello
-Esta sensación...la reconozco, la he sentido antes, tengo que comprobar si es verdad...
Abrió lentamente la puerta corrediza y lo primero que notó fue una peculiar espada negra clavada al fondo de la habitación, irradiaba una peculiar aura púrpura.
-¿Eso es...?
-Justo lo que imaginaba...- Azoreth sin duda tenía razón sobre su presentimiento, pero el hecho de que estuviera una espada sola en una habitación despertaba sospechas.- Hay que tomarla e irnos de aquí...
-¿Estás loco? No sabemos si el demonio está aquí, podría ser una trampa- Por dentro, sentía que la peculiar arma lo atraía, como si fuera su dueño.
Dio unos cuantos pasos hacia adelante, lo que causó que la puerta se cerrara y algunas trampas se activaran.
-...Ya lo sabía- Decía el Tecslayer con tono de frustración, algunas agujas iban directo a atravesarle el cuerpo entero, por lo que tuvo que esquivarlas rápido. Lo único que se le podía ocurrir es que si tomaba la espada todo terminaría, le sorprendía la cantidad de trampas que había pero no tenía tiempo para detenerse y admirarlas, justo cuando saltó para esquivar un afilado disco en el aire, aterrizó en un lugar donde una runa antigua color púrpura se activó, comenzando a borrar el suelo de donde estaba.
Cayó rápido pero se sostuvo de ambos brazos, ya estaban frente a la espada pero todo el suelo comenzaba a desparecer, de pronto; un gran rodillo con picos se acercaba rápidamente a él, dejándolo sin opciones.
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Sinfonía de la Oscuridad: La Legión de las Sombras
FantasyJ Parker y Emma Lowell regresan a su deber con una nueva misión que cumplir. Cada amenaza que aparece es neutralizada gracias a los Tecslayers, pero esta vez un nuevo enemigo no se las pondrá tan fácil, esta amenaza aparece ante ellos robándose un o...