Capítulo 8

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Ciudad: Virlena, Germania.


Contemplaba la belleza de las mujeres Virlenas desde la pequeña plaza llena de lugares para beber una taza de té, él se encontraba una pared que lo cubría de la luz del sol. Una chica en especial le llamó la atención, de cabellos rojizos y ojos oscuros; lo dejaron totalmente hipnotizado, sacó una rosa oculta en algún lado de la capa que cubría su brazo derecho y se acercó con serenidad.

-Admirad a la belleza misma encarnada, oculta entre esos bellos lazos pelirrojos que cubren ese rostro de porcelana- Le ofreció la rosa mientras se quitaba su sombrero tipo fedora.- Un obsequio de este humilde viajero que solo gusta de apreciar tal obra de arte como lo es usted, madame

La chica no resistió a ponerse ruborizada, aceptó la rosa y con un poco de vergüenza le sonrió al caballero agradeciendo mientras se alejaba, incluso su acompañante se emocionó al escuchar tales palabras.

-Lo has hecho bien amigo mío...- Dijo mientras se acomodaba la máscara que cubría sus ojos.- Como siempre la fluidez de las palabras resaltó bastante bien mi querido Gall...

-¡Debemos darnos prisa!- Dijo uno de los guardias de la ciudad.- El conflicto es afuera del museo central, hay que controlarlos antes de que maten a alguien- Sus compañeros obedecieron y se movían tan rápido como las armaduras les permitían, el poeta escuchó cada palabra de aquellos hombres, su sonrisa se desvaneció.

-Con que hacia allá es el problema, bien...que empiece la función.- Acomodó más cerca de su brazo un mango dorado que salía desde la izquierda de su cinturón; con un peculiar símbolo de estrella en el centro.



J terminó con la pequeña prueba de Rouga, acabando con los cuatro Sombras que le puso de frente, dejó clara su habilidad con la espada.

-Eres bastante bueno...veamos que tal con una categoría más avanzada...-preparó sus espadas mientras J le pedía a Raymond que retrocediera, la situación comenzaba a volverse interesante. Se mantenían en silencio, al grado de que los Sombras ruidosos se quedaran esperando un movimiento de ambos.

Rouga fue el primero en moverse con un ataque directo, J lo bloqueó sin dudar, un buen movimiento, sin embargo aún estaba la segunda espada, tuvo que esquivar con un salto al aire interceptando el movimiento. Rouga giró la primera espada hacia su espalda, J volvió a ser rápido logrando bloquear el ataque; el cazador se barrió hacia atrás y acomodó su espada para atacar, el líder de máscara dorada se giró a tiempo para cruzar sus espadas y arrojar la de su rival por los aires, ahora estaba desarmado.

J se mantenía esquivando las espadas de plata con mucho cuidado mientras veía donde caería la suya, su instinto le hizo darse cuenta de que Rouga lo hacía retroceder, por lo tanto no debía fallar en su plan. Justo cuando el líder hizo su tajo cruzado el Tecslayer corrió hacia él y se barrió por debajo de sus piernas; justo a tiempo para tomar su espada y atacar en cuanto volteara, funcionó, ahora tenía una herida en el pecho.

-Es increíble...-Pensó Raymond. -Nunca había visto a alguien con esa precisión, quizás tenga una oportunidad

-Nada mal...-Dijo mientras veía su herida. -Eres un digno oponente...- El pequeño segundo en el que J bajó la guardia fue suficiente para moverse rápido, golpear su espada para arrojarla lejos y con una patada en el torax arrojarlo hacia atrás. – Pero te falta mucho por aprender...

- ¿Cómo rayos se movió tan rápido...? - Dijo mientras trataba de recuperar el aliento. -Eso no es humano...vamos, levántate...- Trataba de ponerse en pie, pero uno de los Sombras quiso divertirse con él, golpeó a J por la espalda junto con otros dos.

Sinfonía de la Oscuridad: La Legión de las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora