Sinfonía de la Oscuridad: La Legión de las Sombras

Capítulo 21

-Ciudad de Zerant, 5 meses después

Para un Tecslayer, el tiempo se vuelve irrelevante con el pasar de los años, muchos de ellos ni siquiera saben en qué día viven o en qué mes están, su deber jamás termina.

Aquel día nublado con algo de viento llevaba un olor de tensión consigo, hace unos días pelearon contra una poderosa criatura que dejó a varios sin hogar; Darius mandó a Tiago y Celia a buscar heridos o cuerpos sin vida, pero lo que encontraron fue algo peor e inesperado.

Empezaban a poner letreros de "Se Busca" de J. Parker por múltiples crímenes en cada rincón de la ciudad, su precio: 50 mil piezas de oro, la cantidad que ofrecían por su captura era enorme e inquietante, se le notificó a Darius al instante, este solicitó más investigación.

No sólo era Zerant, también era Germania, Gizia, Zongyu, cada lugar que ha pisado iban tras los huesos del cazador, la Legión de las Sombras era más poderosa de lo que se imaginaba, no contaban con que tuviera influencias entre los poderosos.

¿O será que J habrá hecho algo tan grave que se le busca por ello? No podría ser, lo conocían desde hace años, es su integrante más noble, jamás se atrevería a romper sus propias reglas...

No habían recibido respuesta de él en mucho tiempo, sólo esperaban que estuviera a salvo y que pronto se pudiera resolver el problema, mientras tanto, Celia y su equipo se encargaban de detener de nuevo a Trinker, a pesar de no ser una potencial amenaza, sentían que era necesario detenerlo ya que causaba más tensión en la ciudad.

-¿¡Creen que pueden detenerme a mí!? ¿¡Al gran Trinker!? ¡Sólo esperen a que complete mi gran plan maestro y todos se arrepentirán!- Gritaba el loco inventor mientras corría aquí y allá con un arma completamente fallida.

-En serio no sé cómo J no se cansaba con este tipo...-Dijo Celia entre gruñidos mientras alcanzaba a Trinker.

-Tiene demasiada paciencia...Dios con este maldito aparato- Dijo Tiago entre dientes mientras golpeaba la pequeña pantalla de su brazalete.

Como si el universo hubiera concedido la última cosa que Tiago desearía, sonó un mensaje directo de Darius.

-"Agente Tiago, no he recibido noticias de su integrante J. Parker, le recuerdo que es una alta prioridad tener la información más pequeña de su paradero o su situación actual, en cuanto obtenga algo notifíquelo inmediatamente...que la paz en Neaterra prevalezca."

La voz de Darius sonaba tan fría y molesta que Tiago podría jurar que tembló un poco, pero debía responder el mensaje para que lo dejaran respirar un momento.

-"Aquí Tiago, señor. Seguimos sin recibir respuesta del agente Parker, seguimos insistiendo en recolectar información o recibir un mensaje de su parte, le notificaré en cuanto tenga algo, que la paz en Neaterra prevalezca..."

Terminando de mandar el mensaje, soltó un gran suspiro.

- Tendremos que seguirnos moviendo de todas maneras, Lyriah ¿has encontrado algo?

-Es una pérdida de tiempo seguir, no pienso mover un solo escombro más.- Dijo una voz femenina grave desde lo algo de un grueso poste.

Lyriah era una nueva integrante de los Tecslayer, de cabello semi liso y largo hasta la espalda de un color azul oscuro, ojos negros y una piel blanca casi palida, tenía apenas 3 meses integrada cuando la ascendieron al mismo puesto de cazador en donde estaba J, la chica mostraba mucho potencial en combate y es muy buena estratega, sin embargo su carácter pedante y negativo era su mayor defecto; a Tiago le costaba un poco hacer que siguiera las órdenes y eso podría traerle problemas con Darius.

-Vamos...recuerda que somos un equipo, y es nuestro deber asegurarnos que no quede nadie vivo o muerto entre este desastre, además, tu superior Celia está teniendo problemas para atrapar a Trikner...

-Estoy agotada, no veo por qué molestarse en buscar restos de personas que ya no están aquí, deberíamos empezar a buscar al culpable de haber mandado a esa maldita bestia-

-Lyriah, yo estoy agotado, igual que todos, pero esto no es una conversación de amigos, soy tu superior y te acabo de dar una orden.- El tono de voz de Tiago había cambiado muy seriamente, pese al carácter, Lyriah no tuvo más remedio que hacer las cosas aunque fuera de mala gana, bajo gruñendo entre dientes.

-Sí señor....- Se alejó lo suficiente para ver su diminuta silueta patear los escombros descargando su coraje e impotencia.

-Vaya actitud-Dijo Celia acercándose a Tiago con una chica en sus hombros y a Triker atado de brazos, piernas y boca.- No sé por qué la tienes en tu equipo...

-Oye, a pesar de todo tiene potencial, sólo hay que trabajar en su actitud

-Sí...buena suerte con eso, vamos, ayúdame con este tonto

Las olas hacían bailar al barco de vez en cuando sobre el infinito mar, llevaban al menos 2 días navegando sin ver una sola pizca de tierra firme, sin embargo le dieron el beneficio de la duda al timonel; que alegaba conocer tan bien esas aguas como las cicatrices de su rostro.

J miraba atentamente la oscura espada de Azoreth, más concretamente la gema púrpura en su mango.

¿Para qué querría la Legión las gemas de los objetos? No parecían mostrar ningún poder especial que le diera a las armas, tenía que haber algo más, pero no lograba adivinar que era, Azoreth insistía en que era mejor para él no averiguarlo, pero la curiosidad de J insistía en saber.

En el Camposanto de los Árboles, aquel pueblo tranquilo pero ligeramente aterrador por los árboles secos que los rodeaban, Agartha también mostraba algo de preocupación por J y Emma, no había recibido ni un solo mensaje desde que habían partido de Neaterra, pero debía confiar ciegamente en que estarían bien, después de todo, J fue quién logró destruir a Narcisa hace casi 2 años, y Emma era la mejor estudiante que había tenido nunca, podrían arreglárselas solos.

Días antes, Agartha pidió hablar con Doomes Tomblar, el jefe del consejo de Hechizia, pese a su apretada agenda, le concedió hablar sólo diez minutos por la mañana, también tenía que resolver el asunto con los desastres que ha hecho la Legión de las Sombras en su camino.

Un día ligeramente soleado, ambos caminaban por un pasillo que daba directamente a los jardínes frondosos, llenos de insectos y otras peculiares criaturas que decoraban las flores, Agartha preguntó muy modestamente si se sabía el paradero de los líderes de la Legión.

-Estamos trabajando arduamente en su búsqueda Madame Agartha- Dijo Domblar con aquella fría voz que lo caracterizaba.- No tiene de que preocuparse, el Consejo hace todo lo que está en sus manos

-Pero señor, ya vio lo que acaba de ocurrir en Zongyu, hay muchos solados y gente inocente que han perdido la vida, ellos no pueden continuar haciend-

-Debe de tenernos confianza Madame, el poder que ellos tienen va más allá de lo que podríamos llegar a comprender, debemos ser cuidadosos y no tomarlo a la ligera, desafortunadamente han terminado sus diez minutos y debo volver a mis deberes, que tenga un buen día Madame Agartha.

Domblar dio media vuelta y se retiró sin decir una sola palabra más. Agartha no podía entenderlo, el mundo se estaba hundiendo en el caos y Domblar se comportaba como si fuera un juego de niños, ¿el resto del consejo estará actuando de la misma manera? Se atrevía a pensar incluso que no han movido ni un solo dedo para arreglar el problema.

Un fugaz pensamiento voló por su mente, pero al final decidió ignorarlo, aquello era estúpido e improbable.

En algún lugar desconocido, unas ruinas se cubrían de oscuridad a causa de las oscuras nubes que rodeaban el campo, una máscara dorada era lo único que resaltaba de ese lugar, paseando por aquí y por allá, pensando.

-Ese chico...-Dijo Azurak en susurros.- Tenía un enorme poder, ningún humano puede tener un poder oscuro tan intenso...siento que lo hemos visto en algún lugar antes- Se detuvo para contemplar las nubes entre dos enormes y agrietados pilares.- ¿Podría ser que siga con vida...?