¿Qué harías si te enteraras que tu amor de verano, no es nada menos que... tu nuevo profesor?.
Aimee, es una estudiante normal de la universidad Lion State, a la cual, las cosas se le ven muy complicadas, cuando por cosas del destino descubre que e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⌠Extrañas casualidades⌡
El silencio rotundo que nos rodeó, después de decir mi nombre, fue cortado por un compañero del salón.
—Profesor, ¿no podría dejar pasar el castigo por esta vez?; visto que es recién nuestro primer día con usted... digo, no querrá verse tan tirano, ¿no?
Curiosa dirigí mi mirada hacía mis demás compañeros, para saber quién estaba tratando de salvarme el pellejo. Como debí suponer era mi prima Cloe, que se encontraba de pie en el fondo del salón.
Volví mi visión hasta Donghae y me percaté que este aún tenía la mirada fija en mí. Por lo que no me quedo de otra más que hablar.
—Lo lamento profesor, surgió un problema y se escapó de mis manos... por esa razón, no pude evitar llegar atrasada a su clase. Siendo sincera, espero que me perdone —incline levemente mi cuerpo para realizar una venia cuando él me interrumpió.
—¡No, no tienes que hacerlo! —se apresuró en decir—. Lo dejare pasar, solo pasa a tomar asiento.
—Está bien...
Alcé mi vista reponiendo mi cuerpo, cuando nuestros ojos volvieron a toparse. Una extraña sensación se paseó por todo mi ser. Me sentía muy confundida, por lo que de manera apresurada caminé hasta mi asiento.
—No sé... pero eso realmente fue incomodo —susurró mi prima mientras me acomodaba a su lado.
—¡¿Cloe, por qué no me avisaste?! —cuestioné abriendo algo ansiosa mi bolsa para sacar un espejo de manos.
—¡Pareces fuego! —dijo riendo mi prima, ignorando mis palabras.
¡Mierda, estaba roja como un tomate!
—¡¿Pueden guardar silencio?, estoy tratando de proseguir con mi clase! —mencionó Hae lanzándonos una mirada letal.
—¡Uy!, creo que todo su encanto de chico guapo se pierde con su carácter... —acotó Cloe, ya poniéndose más seria.
Guardé silencio el resto de clase, me sentía demasiado incomoda. Miles de pensamientos pasaban por mi mente y por otro lado yo no podía parar de mirar a Hae.
Pero, por su parte, el ni siquiera por casualidad me miraba. Seguramente aún estaba en shock o un tanto confundido al igual que yo, ¿o quizás no? Digo... ¿Por qué no me dijo que era profesor?, según lo que recordaba de nuestras conversaciones en la playa, pensé que él trabajaba en el negocio de su familia. Esto solo demostraba que no sabía nada de él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
