¿Qué harías si te enteraras que tu amor de verano, no es nada menos que... tu nuevo profesor?.
Aimee, es una estudiante normal de la universidad Lion State, a la cual, las cosas se le ven muy complicadas, cuando por cosas del destino descubre que e...
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⌠En busca de Shiro⌡
Grité con mis ojos aún cerrados, notando como la yegua subía mucho más la velocidad. De los nervios, mis manos comenzaron a sudar, logrando que mis dedos se resbalaran de las riendas.
De imprevisto, Shiro cambió de dirección y yo salí expulsada hacia el sendero chocando con el suelo. Al caer, sentí un fuerte dolor en el brazo, pero decidí no darle importancia.
Pocos segundos después, Hae llegó cabalgando a mi lado, bajándose con rapidez de su caballo.
—Aimee, ¿estás bien?, ¿dónde te golpeaste? —cuestionó con real preocupación.
—En el brazo, pero estoy bien... —susurré poniéndome de pie con cuidado.
Al ver mi acción, se acercó para ayudarme a ponerme de pie, tomando con delicadeza de mi cintura.
—¿Dónde está Shiro?... —pregunté, mientras buscaba con la mirada a la yegua.
—No lose, se perdió entre el bosque. ¿Realmente te encuentras bien?...
—Si, estoy bien.
Con gran agilidad Hae me levantó, sin sacar su mano de mi cintura, para luego empezar a caminar hasta Bada. Él se quedó en silencio anté mi respuesta, quizás no quedo muy convencido.
Una vez que llegamos frente al caballo, me apresuré a tomar la silla para montarme.
—Vamos por Shiro.
—No, primero iremos a que te revise un doctor... —mencionó Hae, tomándome de las caderas para ayudarme a subir al caballo.
—¡No, tenemos que ir por Shiro, se va a perder! —espeté.
—¡Aimee, estos caballos conocen el terreno como la palma de su mano! Shiro volverá sin problemas, conoce perfectamente el camino...
Ignoré completamente sus palabras, mientras me acomodaba en la silla. Y luego tomé las riendas para volver a dirigirme a él.
—¡No me quedaré tranquila hasta que encontremos a Shiro! —Lo mire de forma decidida para que viera mi determinación.
—Un poco ofuscado dejó salir un leve suspiro y preguntó—. ¿Segura que te encuentras bien?...
—¡Segura! —dije corriéndome un poco para que el subiera—. ¡Vamos, no hay tiempo que perder!
—Está Bien....
Hae, se subió al caballo con cuidado y tomó las riendas.
—¡Pero yo me encargaré de guiar a Bada!
Alcé mis manos en modo de aprobación; la verdad tampoco creía que fuera buena idea que yo tomara las riendas.
Se subió de forma sagaz, delante de mí. Teniendo sumo cuidado de no golpearme, para luego acomodarse, y tomar mis manos para cruzarlas delante de su cuerpo. Al notar su acción, me aferré un poco más a él y luego comenzó a cabalgar.
