Capítulo XVII

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Palacio de Hofburg, Austria.

¿Qué has dicho?, ¿qué los otomanos han tomado Belgrado y la han destruido? —decía Ana Jagellón molesta con su esposo—.

¿Qué podíamos hacer? Nada, aún si hubiera enviado refuerzos o hablado con los demás, no hubieran venido. Esos bárbaros aprovecharon nuestra distracción para atacar. Lutero se llevó toda la atención —dijo el archiduque Fernando defendiéndose de las palabras de Ana—

¿Qué haremos? Los otomanos seguirán avanzando. ¿Qué harás Fernando? Ni siquiera porque tu hermana está casada con mi hermano has movido un dedo —dijo recriminadolo—

Debes de entender que nadie se esperaba esto, Belgrado siempre había sido una gran fortaleza, su defensa era impenetrable. Por ahora lo único que podemos hacer es contener el avance de los otomanos y de Süleyman.

Espero que así sea, la vida de mi hermano depende de ello —desvío la mirada— él es precipitado.

Edirne.

Ibrahim —llamé— ve y trae a mi Halcón.

Como usted diga su Majestad.

Mustafa, acercate —el niño se acercó rápidamente— ¿ves todo esto? —el niño asintió— es el lugar perfecto para decidir, tanto política como personal.

Aquí está su Majestad. —habla Ibrahim con la ave en su brazo—.

Mis Paşa's —Süleyman los llamó, logrando que guardarán silencio inmediatamente— hagamos una competencia, todos pueden participar. El primero que casé a un ciervo tendrá la oportunidad de pedirme algo a cambio —de todos los participantes en la contienda, sólo Ibrahim ganó con mucha astucia, para él, cazar era un arte que no todos dominaban. Claro está que la envidia no se hizo esperar—.

¿Has visto Piri Paşa?, Ibrahim Ağa busca la manera de subir de puesto. Muy pronto lo veremos darnos órdenes.

Ten cuidado con lo que dices Ahmed Paşa, no digas falsedades. Eso nunca pasará. Además no se te debe de olvidar que... muchos han muerto por hablar de más, que no se te olvide —el hombre estaba mostrando una sonrisa burlona pero al oír aquellas palabras dejó de hacerlo y en lugar de eso arrugo el entrecejo—.






Antiguo Palacio

Sabes... nuestro pequeño Şehzade es muy tranquilo, Hürrem.

En efecto Hatice Sultán, ha heredado la serenidad de su padre y su paciencia.

Será un gran Şehzade y potencialmente un digno candidato al trono. Todos los Şehzade's tienen la oportunidad de llegar al trono pero sólo uno será un Sultán. Así que... protegelo muy bien.

Así lo haré. Por cierto...

Sí Hürrem, habla.

Ibrahim Ağa es... ¿importante para el Sultán?

¿Por qué lo preguntas, Hürrem?

Me he podido dar cuenta que el sultán lo tiene en alta estima.

¡Oh! —Hatice lanzó un suspiró al aire— bueno... Es lógico, su Majestad lo conoce desde hace mucho tiempo. Tanto que, se le a considerado a Ibrahim Ağa como alguien cercano al Sultán.

Bueno... Eso explica todo —dijo Hürrem en un susurro—.

EL SULTÁN Y HÜRREM [En Proceso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora