Martínez corrió a por mí una vez Héctor le contestó. Alegre y con notable emoción me dio las gracias por convencerle de que arriesgarse es lo mejor. Me sentí bien, aquello hacía que mi autoestima subiera poco a poco.
No paré de pensar en lo dichoso que me había hecho ayudar a mi compañero. No sabía qué hacer con el desastre de mi vida pero aún así aconsejaba a los demás. Pensaba más en ayudar a los demás que en ayudarme a mí mismo, pero ver contentos a mis amigos me auxiliaba de algún modo.
Todo me iba bien y por primera vez en bastante tiempo no me sentía del todo triste. Martínez, Héctor, Aurora y yo, caminábamos cerca del gimnasio, al aire libre, en un lugar donde el sol lanza sus rayos con más fuerza que en el desierto y donde encuentran su hogar hormigas y otros insectos. La tranquilidad reinaba y no teníamos nada de lo que preocuparnos...
- ¿Cómo vais maricas?- dijo Rafael con tono burlesco.
- Déjanos en paz. - contesté. - No aguanto que os metáis conmigo y menos con mis amigos. ¿Creéis que se fijan más en vosotros por esto? ¿ Os sentís importantes?Continúe hablando bajo la mirada atónita de mis acompañantes hasta que Axel pronunció una palabra.
-Pero...
- ¡Nada de peros! O nos dejáis, o se lo digo a todos los profesores.
- ¿Piensas que nos importa idiota? - dijo Pablo.
- No pregunté si os importa. Vosotros veréis lo que hacéis.Se miraron entre ellos y nos fuimos. Pude escuchar como Rafael sugería a Axel parar. Pablo mantenía su odio hacia nosotros. Era cuestión de tiempo que fueran expulsados y estaba en sus manos que eso sucediese o no.
ESTÁS LEYENDO
Autolesión
Teen FictionÓscar es un chico de 15 años. Tiene éxito en el instituto y sus amigos le quieren. Sin embargo, su vida cambia cuando todos los problemas pasan por encima de él. ¿Volverá a ser feliz? ¿Podrá controlar sus sentimientos?