- Entonces, ¿por qué tardasteis tanto en contármelo?
- Porque no están del todo bien.Las palabras de mi padre volvieron a colocarme en el mismo estado de incertidumbre que antes.
- Martínez no tiene lesiones graves. Héctor se llevó la peor parte. Está en el hospital, en coma.
- ¡No!- grité mientras algunas lágrimas caían de mis ojos.Me levanté con la intención de salir de mi habitación. Mi padre me paró y me cogió entre sus brazos rogándome que me tranquilizara.
- Necesito ir a verle.
- Está bien. - dijeron al unísono.Me preparé y cogiendo lo primero que vi en el armario dije que ya estaba listo. Mientras caminábamos al garaje, un silencio se interpuso entre nosotros. Yo solo miraba al suelo puesto que lo demás no era lo suficientemente interesante como para observarlo.
El viaje de ida al hospital duró unos minutos. Nos guiaron hasta la habitación de Héctor y entré.
- Nosotros esperaremos fuera. Tómate el tiempo que necesites. - dijo mi madre.
Desde la silla en la que me senté, vi a Héctor tumbado en la cama. Miré el electrocardiógrafo ( esa máquina que mide los latidos del corazón), su sonido me irritaba. Héctor estaba tapado con una manta. Se la coloqué mejor y comencé a hablar con él.
- Hola... Sé que no hablamos mucho pero estaré aquí hasta que te despiertes. No sé si me escuchas... Ojalá lo hagas.
Me siento culpable, tal vez Axel y Pablo no se hubieran fijado en vosotros si yo no hubiera estado allí. Os merecéis ser felices y yo me interpuse en medio, trayendo problemas conmigo.Escuché a Martínez y paré mi diálogo.
- ¿Cuánto llevas aquí?
- Poco. Veo que estás hablando con él. - contestó con tristeza.
- Sí. - dije.
- No te sientas culpable por aquella paliza. La homofobia existe y no tienes la culpa de ello.
- Pero no pude evitarlo.
- Me avisaste y no quise escuchar.Martínez llevaba muletas. Le cedí mi asiento. Miraba a Héctor con dolor y tristeza. Seguro que es complicado ver a alguien que amas en esa situación.
- Debemos hacer algo. Esto no puede quedar así.
- Todo el mundo sabe qué pasó.
- ¿Sabes algo de Pablo y Axel ?
- No.
- Mañana, después de clases te contaré todo lo que descubra.Abandoné la habitación y fui con mis padres. Me esperaban en el coche. Llegué tarde a casa y no dejé de pensar en los ojos tristes de mi amigo, los cuales apenas unas horas antes, solamente contenían emoción y alegría.
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Autolesión
Teen FictionÓscar es un chico de 15 años. Tiene éxito en el instituto y sus amigos le quieren. Sin embargo, su vida cambia cuando todos los problemas pasan por encima de él. ¿Volverá a ser feliz? ¿Podrá controlar sus sentimientos?