Había mucha gente en aquella habitación. De alguna forma me reconfortaba que Martínez y yo fuéramos las primeras personas que Héctor había visto al despertar. Estaba medio dormido.
Mi amigo le hizo un resumen de todo lo que había pasado mientras estaba inconsciente. Nos sorprendió a los dos.
- Tranquilos, escuché todo lo que decíais.
- ¡Hijo! ¡Estás despierto!Su familia entró y nosotros salimos. Mi compañero se sentía un poco avergonzado al ver a la familia de su pareja.
- Martínez, ven. - dijo el padre de Héctor sonriendo. - Creo que tenéis que contarnos muchas cosas parejita.
La mirada atónita de mi compañero me provocó la risa. Eran buenos momentos.
Héctor había despertado y aquellos chicos iban a ser expulsados. Había sido un día perfecto.
Llegué a casa feliz. Le conté todo a mis padres. Ellos también parecían alegres. Cenamos tranquilos, con sonrisas y sin peleas como tiempo atrás.
Me tumbé en la cama con los ojos clavados en el techo. Luego los cerré y miré dentro de mí. ¿Cómo me sentía? Debo reconocer que en aquel momento me sentía bien... En todos los demás no. ¿Mis problemas? Elisa se iba a ir. Todo lo demás estaba solucionado.
Continúe haciéndome preguntas y me di cuenta de que mi mundo interior era mucho más complicado que el mundo real. Paré de pensar y dormí.Al día siguiente, saludé a Aurora y le di un abrazo. Estuvimos hablando, la noté extraña.
En las clases no paraba de pensar en ella. En mi mente no había espacio para ningún otro pensamiento. La intriga me torturaba , fui a hablar con ella.
- Oye... ¿Estás bien? Te noto rara...
- ¿Yo? ¿Por qué?
- ¿Seguro que no te pasa nada?
- ¡Que sí!
- Bueno... Vale.
- ... - no me contestó y eso hizo que me preocupase aún más.
- ¿Estás enfadada o celosa?
- Adiós, luego hablamos.Su profesora ya había llegado y mis ganas de saber qué pasaba se hacían cada vez más grandes e insoportables. Pregunté a Jessica, hermana de Emma e íntima amiga de Aurora.
- ¿Sabes qué le pasa?
- No, ¿por?
- La noto extraña.
- Tal vez esté celosa, ¡quién sabe!Finalmente me confesó sus celos, Jessica tenía razón. Dijo que me había visto abrazar a otra muchacha... Creo que cuando vea a alguien llorar me limitaré a apoyarlo, los abrazos dan mucho de qué hablar.
ESTÁS LEYENDO
Autolesión
JugendliteraturÓscar es un chico de 15 años. Tiene éxito en el instituto y sus amigos le quieren. Sin embargo, su vida cambia cuando todos los problemas pasan por encima de él. ¿Volverá a ser feliz? ¿Podrá controlar sus sentimientos?