Elisa se marcharía hoy. No podía dejar que se fuese así, sin que nadie se despidiera de ella. Pensaría que no nos inportaba y yo no quería que creyera eso. Aunque me doliese, aunque no quisiera que ella se fuera, debía despedirme.
El día anterior mandé un mensaje a mis compañeros diciendo que al día siguiente quedaríamos en el instituto. A las ocho de la mañana, Aurora, Martínez, Lucas y yo estábamos allí.
Llevé un libro. Un libro que significaba muchísimo para mí. Hacía unos años, un gran amigo se marchó a Estados Unidos. Quise darselo pero no pude, no llegué a tiempo. Cuando estaba a punto de entregárselo, se marchó. No le volví a ver. Quería que aquel libro lo tuviera Elisa.
Todos estábamos visiblemente dormidos. Discutimos que hacer. Finalmente, llamé a Elisa.
- ¡Buenos días!
- Ho... Hola. - contestó ella bostezando. - ¿Para qué me llamas? ¿No es muy pronto?
- ¿A qué hora te vas?
- A las nueve, ¿por?
- Allí estaremos.Colgué sin dejar que contestase. Fuimos corriendo a su casa y esperamos en la puerta de su portal.
- ¿Qué creéis que dirá? - preguntó Martínez.
- No lo sé. - contesto Aurora.
- Creo que si yo me fuera, también me gustaría que se despidieran de mí.
- Pienso lo mismo. - dijo Lucas. - ¿Y ese libro Óscar?
- Es una larga historia.
- Algo me dice que no quieres contarnosla. - dijo Martínez.No pronuncié ninguna palabra. Después de aquel comentario, Elisa salió y al vernos a todos se echó las manos a la cabeza.
- ¡Hola! - dijimos todos.
- Tiene gracia que me saludéis cuando en apenas unos minutos nos separarémos.
- Ya... - contestó Martínez.
- Toma. - dije tendiéndole el libro. - Y descubrirás lo que hay dentro.
- Te queremos. - dijo Aurora.
- No queremos que te vayas.- dijo Lucas.
- Ni yo quiero irme...- contestó ella.
- Gracias por todo. Gracias por soportarnos en clase y por preocuparte por nosotros. - dije.
- Gracias por decirle a Óscar que hablase conmigo aquel día. - dijo Martínez.
- Chicos, no me las seis, sois mis amigos, para eso estoy.
- No eres nuestra amiga, eres nuestra hermana. - intervino Lucas.
- Gracias...
- Nos importas. - dije yo.
Su padre la llamó. Dijo que se tenían que ir, que no tardase mucho en despedirse. Nos miró con los ojos llorosos y pronunció la palabra más dolorosa que había visto salir de su boca.- Adiós.
La abracé antes de que sé marchase, hicimos una piña. Luego ella se fue, sin mirar atrás. Llegó a la puerta de su coche y se dio la vuelta. Levantó la mano y la movió, despidiéndose.
- Adiós. - dije con dolor.
Volví a casa y vi en mi mesa vi la copia de la carta que estaba dentro de aquel libro. La leí.
" Hola Elisa...
Lo cierto es que no sé cómo escribir una carta a alguien que se va. Nunca lo he hecho. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda.
Gracias por todas las risas que me has sacado y por todas esas clases juntos. Gracias por soportar que te contase mis problemas, por escucharme, por estar ahí siempre. Lo siento si alguna vez te he molestado, pero sabes que soy un idiota casi siempre.
No quiero que te vayas, no quiero que nos separemos. No quiero que nuestra amistad se rompa. Siento haberte decepcionado alguna vez, siento tantas cosas... Lo siento.
Espero que algún día nos volvamos a ver. Eres una de las mejores amigas que he tenido.
Pásalo bien.
Adiós.. Óscar.
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Autolesión
Teen FictionÓscar es un chico de 15 años. Tiene éxito en el instituto y sus amigos le quieren. Sin embargo, su vida cambia cuando todos los problemas pasan por encima de él. ¿Volverá a ser feliz? ¿Podrá controlar sus sentimientos?