Ha sido una gran noche, no he fallado en nada hasta ahora, llevo bien el asunto de la etiqueta, pero aún falta para que acabe y eso no es todo lo que me espera. Elizabeth se acerca a mí y me mira de arriba a abajo, como si analizara cada detalle de mi persona.
—Por hoy has ganado. Te felicito—masculla, fingiendo una sonrisa—, pero no me quedare atrás, hare que te hundas en la humillación—dice por lo bajo para que el resto no la escuche, demostrando que aún me odia.
—Aun no entiendo por qué me guardas rencor...—digo desentendida, haciéndole ver que su odio no me afecta.
Veo como su sonrisa falsa desaparece en un instante y su ceño se frunce con rapidez. Se molestó mucho por mi comentario, tanto como para levantarme la mano, dispuesta a abofetearme. Sin embargo, es detenida antes de lograr su finalidad por James Crawford, quien se ha acercado a nosotros para platicar.
—No se vería bien que armaras un escándalo aquí, querida Elizabeth. Deberías replanteártelo—dice con una gran sonrisa, mientras la obliga a bajar su mano.
—No te interpongas, James. Eso ya lo sé—me mira furiosa—, pero no puedo evitar molestarme. Pase los peores momentos de mi vida por su culpa. —dice señalándome con el dedo.
—Vaya... no sé qué habrá pasado, pero recuerda que esto es parte del trabajo—se acerca un poco más a mí y me mira a los ojos—. Le pido disculpas a usted, bella señorita Jane.
James se para frente a mí y puedo ver cómo le da una mirada de reojo a John, que se encontraba a mi lado, provocando cierta tensión en el ambiente que me deja desconcertada. Luego de unos segundos, se vuelve a centrar en mí, toma mi mano y la besa suavemente, como todo un caballero. Parece tener ganas de entablar una larga conversación, pero a John no parece agradarle mucho esa idea, ya que me toma de la mano y me lleva al otro lado de la sala a conocer al resto del elenco. Se ve molesto, como si le desagradara James por algún motivo.
—John, no tenías por qué ser tan descortés. Insististe tanto en que aprendiera a socializar y ahora haces algo como eso...
—Lo siento, ese tipo no me cae bien. —dice lo último con un dejo de irritación en su voz.
—Pero si a penas lo conocimos hoy...
—Yo no.
Lo miro con curiosidad, esperando que me diga que fue lo que ocurrió entre ambos, pero no lo hace. Se pierde en sus recuerdos otra vez y yo solo lo observo. Molesto y todo, se ve sensual.
—Jane—dice al cabo de unos segundos y noto que también me he embobado viéndolo.
—¿Qué ocurre?
Se acerca más a mí para que solo yo lo escuche y suelta unas palabras que me erizan la piel por completo.
—Estas hermosa.
¿Hola? ¿Emergencias? Necesito una ambulancia, mi corazón ha recibido un flechazo.
Mis mejillas se colorean rápidamente y no me atrevo a verlo a los ojos, sobretodo porque aún está cerca. Él logra que mi mundo se altere y no pueda evitarlo. Por un momento, olvido que estamos en el salón, que estamos rodeados de gente y periodistas, y solo quedamos él y yo ahí. Giro lentamente mi cabeza para conectar mi vista a la suya, sintiendo el deseo de ir hacia adelante, hacia él.
—¡Jane!
La voz de Roy cuela en mis oídos y reacciono, dándome cuenta de que hay un mundo a nuestro alrededor. Pronto comienzo a oír todo el ruido de nuevo, veo como John retrocede un poco y ve la hora en su reloj. Maldigo por dentro, porque es la segunda vez que algo interrumpe el momento que cada vez estoy más deseosa de vivir.
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El cerezo
RomanceA Jane le encanta visitar el cerezo en sus ratos libres, es su lugar favorito en todo el mundo. Si no está allí, se encuentra escribiendo en su afán por compartir sus historias con el mundo. Después de todo, ha conseguido cumplir su sueño de ser esc...