Ha pasado una semana desde que conocí a la mamá de Cornelio, obvio el no sabe, en resumen, hice una colaboración con Jaz, conocí uno que otro lugar más de aquí de Obregón, las cosas van muy bien con Cornelio y solo queda una semana de vacaciones.
-¿Qué haces?-
-¿Eh?-
-Que qué haces digo-
-Se llama contouring, grillo-
-No poues, yo toco el bajo-
-Menso-
-¿Sabes que llevas como media hora y sigues igual?-
-¿Sabes que le acabas de dar tu opinion a alguien que le vale verga?- L
-Nombre mija tu desayunaste gallo hoy-
Seguí arreglándome, solo estábamos cricket y yo en la casa, los demás habían ido al boliche,y nosotros íbamos al cumple de la abue, invité a Cornelio y lo veremos allá.
Después de platicar y decir tonterías con mi primito terminé de arreglarme.
-¿Me veo bien?-
-Pues algo es algo-
Reímos
Lo tomé de la mano y sin explicarle nada lo lleve hasta el patio
-Tómame una foto, y ya sabes a que me refiero cuando digo "una"-
-Significa 16292915 fotos-
Mi primo me tomó muchas fotos y solo me gustaron algunas, así que la subí a instagram.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
andrea.reyeslib: Tengo un buen fotógrafo @cricketdinastia😈✌
@cricketdinastia: yo soy bueno pa todo mija
@valentinvegal: iralaa
@jazmin_garcesm: pero que chulaaaaa❤😳
@corneliovega: quítate esoooooo😳😍😑
@memodinastia: achis achis no que nomas tocabas el bajo grillo?
@corneliovega: mía nomás
• • •
Mientras íbamos de camino a casa de mi abuela estaba revisando los comemtarios de mi foto, mi flaquito siempre de lindo.
-¡¡¡Y me da vergüenza, porque otro amor como si nada entra en tu vida!!!-
Grillo y yo ibamos cantando a todo pulmón.
-Todavía no me aprendo las calles-
-Apenas tienes dos semanas-
Llegamos a la casa de mi abue, obviamente le llevamos un ramo enorme de girasoles, y sus chocolates que tanto le gustan, cuando llegamos nos recibió quien menos quería.
Mi prima Jessica.
Ella es un año mayor que yo, cuando viví aquí y siempre que venía de Italia se encargaba de hacerme la vida imposible, de molestarme cuando pudiera, pero eso fué hasta los 12, que la desgreñé y se aplacó, pero aún así me choca, le encanta llamar la atención y ya sabrán, es una gran hipócrita.
-Primita querida, me alegra mucho tenerte aquí- dijo cínicamente
-Pues que mal, porque no vengo contigo- dije y me pasé por un lado
Vi a mi viejita chula preparándo tanta comida y fuí a darle su abrazo, y su regalo, y cricket venía atrás de mi.
-¿Y va a venir Cornelito?- me preguntó mi abue; ellos ya se conocen, de hecho conoce a toda la dinastía, y creo que mi primita también lo conoce.
-Sí abue, pero en un rato más, ¿quieres que te ayude en algo?-
-Nono, mejor dile a Cornelito que ya venga, quiero que me cante la del Columpio- dijo riéndo
-Canta hemoso, ¿verdad?-
-Ay si ay si, yo canto mejor chulas- dijo grillo
-¿Y quién es ese Cornelito?- dijo la metiche de mi prima entrando a la cocina
-Nadie que te interese conocer- dije
-Voy a marcarle, ahorita vuelvo-
• • • • •
Cornelio
Voy camino a la casa de los Reyes, mi chula ya me dijo que fuera.
Llegué después de unos 15 minutos, bajé mi acordeón y el regalo y toqué el timbre.
-¿Diga?- me preguntó una muchacha abriéndo la puerta
-Buenas, vengo con Andrea y Abraham-
La muchacha levantó una ceja muy pícara
-Con que tu eres Cornelito- me dijo
-Ese mero-
-Yo soy Jessi, pásale, están en la cocina-
Entré y no les miento, cuando iba a pasar, la tal Jessi se frenó y me puso todo, le di un tremendo arrimon.
Llegué a la cocina y empecé a tocar la canción favorita de la abuela de mi hermosa, el columpio.
Al final le di su abrazo y su regalo.
• • • •
Había de todo para comer, parecía buffette aquí, estaba la familia de Andy y yo con ella en la mesa, Jessica no dejaba de aventarme sus miraditas, no se que quiere.
Me levanté porque iba a ir al baño, ésta casa la conozco al derecho y al revés.
Entré al baño y alguien entró detrás de mi, me tapó los ojos y por un momento pensé que era Andrea.
Era Jessica, quien además cerró la puerta con seguro.
Me agarró de la cara y me besó, claramente no le quise seguir el beso, pero ya me había pintado de su labial rojo.
-¡¿Que te pasa pues?!- dije haciéndola para atrás
-No me digas que no quieres, Corne-
-No no quiero- dije y abrí la puerta para sacarla sin saber quién estaba afuera.
