Invisible guys

42 (Algo perdido)

*Narrador omnisciente*

Hoy es el primer día de escuela después de la muerte de Lisa, nada es igual, su imagen les viene a la mente al mirar los lugares que solía frecuentar.

- La biblioteca estará vacía sin ella. -comenta Camille.

Nadie responde a su comentario, aunque cada uno piensa en el vacío que ha dejado en cada quien.

Las clases pasan igual que siempre, como si nada hubiera ocurrido, como si a nadie le importara, o como si todos fingieran.

Finalmente llega la hora del almuerzo y los chicos se sientan en la mesa de siempre.

Nicky llega con tres refrescos. Deja el de fresa para Camille y pone el suyo de naranja frente a ella. Y contempla el de limón para... bueno, para Lisa.

- Has comprado de limón? -pregunta Chris al ver que sobra un refresco.

Ella asiente.

- No... me he acostumbrado todavía, creo que va a tomarme tiempo no comprar su refresco favorito.

Camille mira un punto fijo con tristeza.

- Yo también lo olvido a veces. Hoy guardé una silla a mi lado en historia, y me quedé esperándola en los casilleros como hacemos siempre.

- Pueden callarse ya! -Chris golpea la mesa enojado- Ya no está, se fue!!! Acéptenlo.

Y se va con furiosas zancadas fuera de la cafetería.

Shane hace ademán de ir tras él pero Nicky lo detiene.

- No, Shane. Déjalo solo, él también necesita aceptarlo.

Ella sale con su refresco y toma asiento sola en un banco frente a la puerta y mira los chicos de su alrededor durante un buen rato, pensando en lo fácil que parecen sus vidas.

¿Por qué la mía es tan jodida?

- Yo... siento lo de antes.

Una voz la saca de su ensimismamiento.

- No pasa nada Chris, está bien. -responde Nicky.

El chico toma asiento a su lado y baja la cabeza.

- Soy yo quien no puede dejarlo estar. -susurra y Nicky lo abraza.

Él llora en su hombro como un niño y ella acaricia su cabello dorado, que hoy parece ser lo único que tiene color en él.

- No pasa nada si no la olvidas, Chris. Pero tienes que dejarla descansar en paz.

Chris ríe sarcástico.

- Tú y tu mala manía de dar consejos que no puedes seguir.

Nicky vuelve a abrazarlo.

- No eres el único que está mal, tampoco estás solo en esto. -dice Nicky y se marcha al salón de clases cuando suena el timbre.

El sonido que anuncia la hora de la salida es todo lo que Nicky ha estado esperando escuchar.

Corre a casa sin esperar a Adrien como siempre hace, esta vez tiene cosas más importantes que hacer.

Sube en la cama y abre la laptop frente a ella, y de nuevo revisa el mensaje de Lisa, está obsesionada con encontrar el maldito espía, porque siente que si no lo hace ninguna de las dos podrá estar en paz.

Pero esta vez una idea ilumina su mente.

- Dios! Como no lo pensé antes? -dice para sí misma.