IV

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"Asqueroso fenómeno de la perversión. Todavía que destruye mi honor, me pide que lo vista, le odio."

Miro entre los sacos del armario y escojo uno de gran medida, pero al igual que los otros, en el momento que el monstruo se lo prueba la tela se rompe.

-Ya no sirve. -Habla frustrado.

-Ese era el ultimo amo, los demás son demasiado pequeños.

-mmmm .Bueno, entonces hazme uno.

"¿No hablara enserio?."

La idea de coser es extraña, al ser de una familia acomodada no es sorpresa que jamas haya echo ropa, siempre que mis pantalones tenían un hollo los llevaba con el sastre o simplemente me compraba unos nuevo.

-...Creó que, para eso necesito tomar sus medidas, amo.

-...

-...

-¡A que esperas!

Del susto doy un pequeño salto y corro por la cinta con métrica.

Anotando en una hoja las medidas rodeo su cuerpo con el listón dividido en cm.

"Dios mío, con razón le llego a la cintura, mide lo doble que yo."

Con la ayuda de un banco determino lo ancho de su espalda.

Aunque intento evitarlo, nuestros ojos se cruzan con facilidad, lo rodeo y continuo con el trabajo por enfrente.

-¿Notaste mis  heridas esclavo?.

"Claro que las note. solo un ciego las ignora ría."

muevo la cabeza de arriba a bajo en forma de aprobación. Toma mi barbilla y me hace observarle

- Fueron echas por tu gente.

Cuidadosamente recoge mis mechones poniéndolos atrás de la oreja, no podría llamarlo un cariño, con cada rosé me demuestra lo débil que soy ante él, tocándome cuando quiere sabiendo que es imposible que lo detenga.

- Veras - Continua - Hace tiempo un grupo de militares tuvo la mala fortuna de encontrarme cerca del lago, e intentaron matarme con el filo de la espada. Con suerte los esquivé y puede huir, pero no antes de que uno de ellos me dejara una marca. 

-Lamento escucharlo amo.

-No me mientas, de seguro estarías feliz si hubieran tenido éxito en eliminarme.- Se acerca a mi oreja con el siseo de una serpiente susurra- ¿Dime esclavo as pensado en matarme?.... porque yo a ti si.

el palpitar de mi corazón es lo único que escucho ahora, siento el peligro de sus palabras, como juega con mis emociones, diciendo cosas aterradoras con un tono dulce. Los ojos se me humedecen.

-Shhh... si sigues derramando lágrimas te secaras.- Me digo a mismo que pare de llorar, pero esta tan cerca de mi, me aterra.- cálmate, ya te dije que te necesito con vida. ¡Para!

El dolor ramplaza al miedo como las gotas de lágrimas por las de sangre.Con un trapo limpio el liquido rojo saliendo de la nariz.

Me mira por unos segundos para después voltear se.

-voy al bosque.

Camina a la puerta poniéndose la misma ropa que a usado los últimos días, sucia, rota, sin ninguna forma definida, más bien e de creer que es una bolsa de papas

-A-Aun no e acabado de medir le amo.

-E dicho que me voy. Pero si el traje no me queda al volver, olvídate de dormir en paja, pasaras la noche afuera, desnudo.

Frankenstein-LGBT-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora